"La independencia de Cataluña desde un punto de vista económico sería completamente irracional", dijo en la cadena Cope, añadiendo que si se separara de España, Cataluña se quedaría fuera de la zona euro y de la UE por lo que las entidades bancarias abandonarían la región y el 75 por ciento de su producción estaría sometida a aranceles.

De Guindos añadió en cualquier caso que las tensiones secesionistas no estaban teniendo ningún efecto sobre la economía española hasta ahora.

"No hay ningún tipo de impacto por el momento y esto se debe fundamentalmente a que los inversores, los mercados financieros, no se creen que vaya a haber independencia", señaló el ministro.

De hecho, reiteró que el Gobierno actualizaría su cuadro macroeconómico cuando apruebe las grandes líneas presupuestarias de 2018, para reflejar que el PIB crecerá este año más del 3 por ciento previsto hasta ahora.

Sobre las cuentas para el próximo año, el ministro dijo que confiaba en que saldrían adelante con los mismos apoyos que obtuvo para los presupuestos de 2017.