Esta ralentización económica en el primer trimestre del año, que cae hasta nueve décimas frente al cuarto trimestre de 2016 cuando registró un incremento del 2,1%, "no es un reflejo de la salud de la economía estadounidense", según indicó el Departamento de Comercio.

Asimismo, el Gobierno revisó su previsión inicial de crecimiento del gasto de los consumidores y estatal al alza, pero indicó que la desaceleración de la economía se produjo principalmente por una caída de la inversión en inventarios privados.

El crecimiento del gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, aumentó a una tasa de 0,6%, en lugar del 0,3% que informó en la estimación del dato anterior. Se trata, no obstante, de la mayor ralentización desde el cuarto trimestre de 2009.

En cuanto a la inversión privada, la revisó desde el 4,3% que apuntaba en abril hasta el 4,8% que estimó en la segunda revisión. Por su parte, el gasto del sector público indicó que cayó finalmente un 1,1% en lugar del 1,7% del dato de abril.