Con ese objetivo acudió a Pekín el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para participar en el foro económico y social de la Nueva Ruta de la Seda impulsado por el presidente chino, Xi Jinping, y al que asisten casi una treintena de líderes de todo el mundo.

Entre ellos, el presidente ruso Vladimir Putin; el de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; o el Argentina, Mauricio Macri, así como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres; la directora del FMI, Christine Lagarde; y el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.

Tras entrevistarse ayer con Xi Jinping y con el primer ministro chino, Li Keqiang, Rajoy asistió junto al resto de líderes a la jornada inaugural del foro, reservada para el debate entre los ministros y representantes de los países que participan en el mismo.

Será mañana cuando haya el intercambio de opiniones entre los jefes de Estado y de Gobierno.

Por parte española, fue el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien expuso la trascendencia que el Gobierno otorga a esta iniciativa y la oportunidad que representa para sus empresas.

A ello se refirió ayer Rajoy en sus entrevistas con Xi Jinping y con Li Keqiang y a ello aludió de nuevo en una entrevista que publicó hoy la agencia Xinhua.

En ella defendió que las empresas españolas que deseen operar en China gocen de las mismas facilidades que tienen las empresas del país asiático con presencia en España.

Con ello considera que se podría disminuir el déficit comercial entre España y China, un objetivo al que cree que podría contribuir que se sacara más partido a la conexión ferroviaria existente entre los dos países, que une las ciudades de Madrid y Yiwu y que es la línea de tren más larga del mundo.

Rajoy destaca que las empresas españolas se han ganado un "merecido reconocimiento internacional" en el campo de las infraestructuras, la energía y las telecomunicaciones, y quieren participar en los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda, que pretende mejorar la comunicación y el comercio de China con el resto de Asia y Europa y África.

En ello incidió tanto en su intervención en el foro como en declaraciones a los periodistas el ministro De la Serna, quien desveló que Rajoy considera la iniciativa china como "el proyecto del siglo".

El ministro precisó que aún es pronto para determinar la inversión que se pondrá en marcha, pero recordó que ya hay un fondo específico para la Nueva Ruta de la Seda por valor de 40.000 millones de dólares, así como que el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructuras destinará otros 100.000 millones para la financiación de muchos de los proyectos.

El desarrollo de todo ello puede generar "cifras astronómicas" como los 500.000 millones de dólares (457.000 millones de euros) que, según De la Serna, podrían suponer proyectos tanto en China como en otros países.

"España necesariamente tiene que estar ahí", resaltó el ministro, que dijo que debe hacerlo tanto por los estrechos lazos comerciales desde hace siglos con China, como por los proyectos de colaboración que ya existen y los que puede haber en el futuro entre empresas de los dos países.

Para el ministro, las empresas españolas tienen muchas oportunidades de negocio en materia de infraestructuras tras haber demostrado su calidad y experiencia en proyectos repartidos por todo el mundo.

La prioridad es el ferrocarril, ya que China prevé duplicar, hasta los 40.000 kilómetros en 2035, la líneas de alta velocidad que tiene en la actualidad.

El ministro se refirió igualmente al interés de España por recibir más turistas chinos y a la importancia que para ello tiene el aumento de las líneas de conexión aérea.

De la relevancia que España otorga a la Nueva Ruta de la Seda volverá a hablar mañana Rajoy en la reunión con el resto de líderes, junto a quienes asistirá hoy a una cena ofrecida por Xi Jinping a la que acudirá junto a su esposa, Elvira Fernández. EFECOM

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