Pese al colapso en la cotización, las agencias no entienden del agravio al accionista, pero sí de solvencia. Y desde es punto de vista, Fitch considera que Banco Popular sigue igual de fuerte ahora que antes de anunciar su ampliación de capital. La agencia ha reafirmado el rating de BB- (dos escalones por debajo del bono basura) tras el anuncio de ampliar en 2.500 millones de euros su capital social.

Con la inyección de fondos, el banco prevé fortalecer su balance, rentabilidad, solvencia y la calidad de sus activos, ya que se ha marcado como objetivo una desinversión en activos improductivos de 15.000 millones de euros entre 2016 y 2018. En este sentido, Fitch ha explicado que la calificación de la deuda del Popular sigue siendo limitada por "su gran stock de activos problemáticos".

No obstante, la agencia ha explicado que mantiene la perspectiva positiva como reflejo del potencial de subida que puede tener la calificación del banco en uno o dos años, "o posiblemente antes", si Popular avanza en una reducción "sustancial" de los activos problemáticos en 2016 y años después, y logra los ambiciosos objetivos que se ha marcado de forma convincente. Por el contrario, cualquier contratiempo en la mejora de la calidad de los activos o el capital podría poner bajo presión la calificación de la deuda del Popular.

La calificadora de riesgos señala que la ampliación de capital del Popular busca compensar el impacto negativo en la solvencia de la entidad de los 4.700 millones de euros en provisiones que el banco espera anotarse este año y que supondrán pérdidas considerables. En este sentido, Moody's destaca que una mayor capacidad de absorción de riesgo situaría al Popular "sobre una base más sólida" y permitiéndole sacar sus exposiciones problemáticas y alcanzar su objetivo de reducir dicha exposición en 15.000 millones en los tres próximos años.

   "Debido a la magnitud de las provisiones esperadas, Banco Popular reportará una pérdida considerable en 2016, pero unos niveles de cobertura más fuertes en el futuro deberían contribuir a la modesta rentabilidad recurrente del banco, que se ha visto reducida por los elevados costes del crédito en los últimos años", apunta la agencia.

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