Es uno de los colosos históricos de la tecnología. Y uno de los grandes del sector de software para empresas, pese a ser uno de los desconocidos para el gran público. La alemana SAP, valorada en más de 80.000 millones de euros en bolsa, ha logrado cerrar el año 2015 como “el mejor de su historia” en España.

Estos resultados, que mejoran los 271 millones de euros facturados el año anterior, se dan en un momento de incertidumbre política en el país. ¿Es esa inestabilidad una preocupación? “Nos preocupa, pero sin alarmismos”, ha dicho este martes, Joao Paulo Da Silva, el director de la filial española durante un evento en el que reunió a socios y clientes para presentar su estrategia de transformación digital para los próximos años.

Fundada en la localidad alemana de Walldorf a comienzos de los 70, aterrizó hace más dos décadas en el mercado español con su negocio basado en la venta (o el licenciamiento) de software profesional para la gestión de empresas y organizaciones. Hoy está en disposición de cerrar el mejor ejercicio de su historia española, sin que afectara la incertidumbre en torno al 20-D y su convocatoria. “No hemos visto un impacto importante en nuestro negocio”, recuerda Da Silva.

Sí deja claro que existe una cierta paralización tanto en clientes públicos, como privados: “Se están retrasando decisiones [de inversión] en las administraciones públicas y en el lado privado se asume todo con mucha precaución”.

En todo el mundo, la compañía logró en 2015 un récord de ingresos, superando los 20.000 millones de dólares, con unos beneficios de algo más de 3.500 millones.

El negocio de SAP en España.

Su transformación digital

Al igual que le sucede a algunos de sus competidores más ‘tradicionales’ en el software, la compañía, con una plantilla en España que en 2013 (último dato disponible en su balance) superaba los 400 trabajadores, se ha visto obligada a girar hacia la tecnología en la nube. Microsoft, Amazon, entre otros, han decidido poner pica en este terreno.

Esa es el área en la que han puesto más el foco para su supervivencia futura. En todo el mundo cuenta con más de 90 millones de usuarios. ¿Y en España? La compañía se niega a desglosarlo. El negocio que genera representa algo más del 10% del total de la facturación. Esperan triplicarlo en los próximos años.

En este panorama de transformación, el responsable de Emea (Europa, Oriente Medio y África) en la compañía ha repasado algunas de las industrias que deberán abordar esta revolución tecnológica. Los transportes, el transporte, las telecomunicaciones, los medios de comunicación... Y ha resaltado a una de las que más difícil lo tiene: la banca. "Está al borde del colapso”, ha llegado a decir. El giro hacia lo digital hará que miles de oficinas físicas no sean necesarias. “La banca se tiene que reinventar y esto va a ser doloroso”.

Startups españolas, lejos de su radar

Para buscar el mejor talento y la tecnología, grandes corporaciones rastrean el sector de ‘startups’. No sólo los bancos, sino también tecnológicas. Para invertir o, directamente, para adquirir. SAP también lo ha hecho en los últimos años. Desde principios de los 90 ha comprado casi 60 compañías, tanto en Europa como en Estados Unidos. Y ha invertido, a través de su fondo de capital riesgo, en otras tantas. ¿Y en España? Parece, a la luz de las cifras, que no está en su radar.

De hecho, ninguna de las adquisiciones ha tenido nombre de compañía española. Sólo hay una excepción: la inversión de 20 millones de dólares (15 millones de euros al cambio de la firma de la ronda en 2014) que hizo su fondo en la catalana Scytl, dedicada al desarrollo de software. Lo hacía un mes después de que Paul Allen, cofundador de Microsoft, decidieron entrar en el accionariado.

¿Incorporarán más españolas en su portfolio o, directamente, en esa lista de adquisiciones? Los directivos de la compañía se limitaron a decir este martes que seguirán analizando el mercado en busca de nuevas oportunidades.

Noticias relacionadas