La ministra de Empleo, Fátima Báñez, presentó este viernes al consejo de ministros el informe sobre el Fondo de Reserva de la Seguridad Social en 2015. Son los datos definitivos del ejercicio, incluido el dinero que sacó el Gobierno de la llamada hucha de las pensiones. Ya es posible por tanto mostrar la fotografía de las aportaciones históricas a este fondo, en qué medida se ha metido mano al mismo en los últimos ejercicios, qué rendimientos han obtenido sus inversiones y qué saldo deja la legislatura.

Desde que el PP llegó al poder quitó el límite anual que se había establecido por ley para usar el Fondo de Reserva. Eso le ha permitido sacar dinero por importe de 47.201 millones de euros, quedando el saldo final en 32.481 millones, prácticamente la mitad (48,6%) de lo que se encontró al llegar al Gobierno. 

Las disposiciones tienen lugar fundamentalmente cuando llegan los meses de abono de las pagas extra a los pensionistas, que es cuando a la Seguridad Social le crujen las costuras ante la paga doble. El gráfico muestra el acumulado. Los datos anuales indican que en 2012 se usaron 7.003 millones; en 2013, 11.648 millones; en 2014, 15.300 millones y el año pasado, 13.250 millones. 

Dotaciones

Las dotaciones al Fondo de Reserva proceden de los superávit de la Seguridad Social. La historia de su creación es larga. Fue un gobierno también del PP, con José María Aznar al frente, el que ideó en el año 2000 este colchón para épocas de vacas flacas que se iría hinchando con el excedente de la Seguridad Social precisamente para cuando los ingresos no sirviesen para cubrir los gastos de las pensiones. Las cantidades mayores se aportaron durante los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta el año 2008, cuando se inicia la crisis, esta norma se respetó.

Antonio Delgado

El Gobierno de Zapatero decidió sin embargo saltársela y usar el excedente de la Seguridad Social para pagar prestaciones por desempleo. En total, podrían haberse ingresado en el Fondo entre 2008 y 2009 otros 14.000 millones de euros. Desde 2009, sin embargo, casi lo único que se ingresa es el excedente de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades. El máximo hasta ahora por este concepto han sido 279 millones aportados en 2014.

Actualmente no es posible que se realicen aportaciones procedentes del superávit de la Seguridad Social sencillamente porque no hay superávit. Al contrario, el desempleo derivado de la crisis hundió los ingresos de la Seguridad Social al tiempo que el coste de las pensiones ha seguido aumentando de forma imparable debido tanto al envejecimiento de la población como a la entrada en el sistema de personas con historiales de cotización más altos que los que lo abandonan dicho sistema por fallecimiento.

A pesar del repunte del empleo, los ingresos de la Seguridad Social no evolucionan al mismo ritmo porque buena parte de la estrategia de fomento de la contratación del Gobierno se ha basado en bonificar la creación de trabajo con cargo a las cotizaciones que cubren el sistema de pensiones. 

El otro ingreso del Fondo

El dinero que tiene el Fondo bajo su gestión no está metido en una caja, como es lógico, sino que se invierte y eso da determinados rendimientos. La normativa del Fondo el permitía invertir en deuda pública española, así como una parte (que no superase el 55%) en deuda pública alemana, francesa y holandesa.

En los últimos años se modificó este criterio para centrarse en invertir en deuda española y además se cambió la fórmula de mantener los bonos hasta que vencían, ingresando regularmente los intereses de los mismos, para proceder a venderlos cuando el mercado lo aconseja.

En total, las inversiones de la hucha de las pensiones han dado réditos al fondo en sus años de existencia por un importe total de 26.095 millones de euros. 

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