"La fuga de recursos hacia paraísos fiscales juega un papel clave en el crecimiento de la desigualdad", asegura la ONG en un informe presentado ante la celebración del Foro de Davos, cumbre de debate económico que se celebra esta semana.

Según los datos recogidos por Oxfam, se estima que la riqueza individual oculta en paraísos fiscales alcanza los 7,6 billones de dólares, lo que supone una pérdida de 190.000 millones de dólares más cada año en ingresos fiscales para los Gobiernos.

Oxfam denuncia que "con lo que se pierde con esta fuga se podrían financiar políticas públicas como garantizar la atención a más personas en situación de dependencia", teniendo en cuenta que 400.000 están en lista de espera.

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España, a las Islas Caimán

En el caso de España, las cifras no han dejado de crecer durante la crisis. Según sus datos, se multiplicó por más de 20 en 2014 (+2000%). El total de la inversión en paraísos fiscales desde España alcanzó los 2.073 millones de euros. Con un volumen total de 1.969 millones de euros la inversión hacia las Islas Caimán es 64 veces superior a la inversión en Alemania.

"Es curioso que la inversión española en la isla de Jersey (una pequeño paraíso fiscal británico situada en el Canal de la Mancha, con apenas 90.000 habitantes y una superficie cuatro veces inferior a la de la Comunidad de Madrid), haya crecido a un ritmo mucho más rápido que la inversión en China, la gran fábrica del mundo", apuntan los autores del informe.

El entramado de Luxemburgo y Holanda

Según la organización, hasta 17 de las 35 empresas del Ibex 35 no paga nada por el Impuesto de Sociedades en España. "Tan sólo 3 compañías cerraron el ejercicio 2014 con pérdidas, sin embargo, son una gran mayoría las que logran reducir su factura fiscal gracias a los mecanismos de planificación fiscal que utilizan, y a una gran batería de incentivos fiscales que les benefician", subrayan en Oxfam.

Por otro lado, la inversión que llega a España también prefiere utilizar la vía de los paraísos fiscales. En 2014, Luxemburgo acaparaba un 14% de toda la inversión que llega a España, con un incremento del 82% con respecto al año anterior. Luxemburgo tiene así el honor de convertirse en el segundo país inversor en España, tan solo después de Estados Unidos. 

En 2013, el 45% de la inversión que llega a España lo hacía a través de Holanda y Luxemburgo y en 2014 ya había crecido hasta alcanzar el 52 %. Holanda y Luxemburgo son dos países investigados por la Comisión Europea por vulnerar los principios de plena competencia al conceder acuerdos fiscales selectivos, discrecionales e ilegales a determinadas empresas, aplicándoles sanciones económicas.

"En realidad, la inversión extranjera que llega a España a través de paraísos fiscales lo hace para aprovecharse de las ventajas fiscales en los países de origen, en los países intermedios y en España. El resultado es un complejo entramado que resta capacidad de inversión pública en todos los países", apunta el informe.

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