Alrededor de tres kilómetros lineales de túnel bajo edificios protegidos por Patrimonio como Bien de Interés Cultural, 4.500 metros cúbicos de tierra extraída del subsuelo sin proyecto técnico ni dotación presupuestaria aprobada, un fontanero como máximo responsable de las obras; grietas, humedades y derrumbes, de los que el último tuvo lugar el pasado fin de semana... Una sola multa: 30.000 euros, impuesta por la Dirección General de Patrimonio en 2014 a pesar de que la primera denuncia se recibió a mediados de 2011.

El equipo de gobierno actual del municipio madrileño de Navalcarnero, encabezado por el socialista José Luis Adell, va a pedir explicaciones precisamente a Patrimonio por la situación en la que han dejado el pueblo las actuaciones del Gobierno anterior, con Baltasar Santos (del Partido Popular) al frente. En concreto, por la excavación de las llamadas Cuevas del Concejo (que se estima costaron 30 millones de euros que nunca fueron presupuestados) y por lo que consideran falta de decisión a la hora de impedir que el daño fuera a mayores por quienes debían velar por la protección del acervo cultural.   

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el Ayuntamiento prepara un informe técnico que presentará a Patrimonio en los próximos días con información sobre el estado no sólo de la cueva que se ha derrumbado ahora, situada bajo la Plaza de los Macacos (cuya estatua en la parte superior va a ser retirada y reforzado con hormigón el socavón creado por el derrumbe), sino del conjunto de túneles con los que Santos, imputado por tres causas entre las que se incluye el proyecto de las cuevas, horadó el municipio. La cueva principal, según los técnicos del Consistorio que visitaron ayer los túneles, presenta una pared empapada de agua. La cueva bajo la llamada Casa de los Curas también presenta pruebas de humedad, incluso charcos en algunas zonas. 

Plaza de los Macacos, donde ha sucedido el derrumbe. Ayuntamiento de Navalcarnero

Tres años para actuar... y poco

La Dirección General de Patrimonio Histórico recibió el 5 de julio de 2011 el primer escrito del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Navalcarnero, entonces en la oposición, denunciando las obras que se estaban realizando en el conjunto histórico de la localidad. Obras consistentes en "rehabilitar, adecuar y conectar cuevas existentes (las llamadas cuevas-bodega que se utilizaban en la antigüedad para la conservación de alimentos y bebidas bajo los edificios) mediante la excavación y trazado de nuevas galerías que, o bien eran inexistentes, o bien hacía muchos años que estaban cegadas por diversos derrumbes". La denuncia se debió a las grietas que ya entonces habían aparecido en la fachada del número 2 de la Plaza de Segovia, protegida como Bien de Interés Cultural junto a la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción de Navalcarnero desde diciembre del año 2000 (Decreto 266/2000).

A finales de octubre de aquel año, daban respuesta a los denunciantes tanto el jefe de Área de Protección del Patrimonio Histórico, Nicolás Benet, como la subdirectora general de Protección y Conservación, Ana de Miguel Cabrera, según la documentación consultada por este periódico. Contestaban que no sólo era cierto que la calidad de conjunto histórico protegido obligaba a tener autorización para las obras que se estaban acometiendo sino que dicha autorización no había sido solicitada en ningún momento.

Ante las peticiones de información, el Consistorio dirigido por Baltasar Santos enviaba a patrimonio una copia del acuerdo del ayuntamiento de 13 de mayo de 2004 para la "recuperación y adaptación de las Cuevas del Concejo" y un documento en cuya portada rezaba "Proyecto técnico de diseño y ejecución de excavaciones subterráneas en el municipio de Navalcarnero". El documento habla de unos obras que llevan acabadas desde febrero de ese año, comprueba Patrimonio. Sin embargo, el documento había sido aprobado posteriormente por la junta de gobierno local, en concreto, el 9 de noviembre.

En febrero de 2012, la Inspección de Patrimonio visita al fin las cuevas. Pueden apreciarse "in situ desprendimientos de los paramentos, de componente arenosa, entre arcos de ladrillo, a los que el Ayuntamiento propone dar solución con la utilización de gunita; solución aventurada, al menos desde el punto de vista de intervención en una construcción histórica. Se apreciaron a su vez humedades de las que se expresó desconocimiento del origen", recoge el informe de Patrimonio. Puede haber una explicación. La falta de un diseño profesional ha dejado las cuevas sin ventilación.

Con respecto al informe anterior, hay nuevas actuaciones realizadas y otras previstas, como informa en marzo el Consistorio. "El proyecto de unión de las cuevas históricas bajo el casco urbano con el denominado museo del vino (...) será objeto de un nuevo proyecto de detalle en el que se indicarán todas las actuaciones y mediciones que posibiliten la ejecución", aclara el Ayuntamiento a la inspección. Santos sigue trabajando. 

En febrero de 2014, la inspección de Patrimonio vuelve a las Cuevas del Concejo. Aseguran en su informe que no hay grandes cambios respecto a lo apreciado en 2012 salvo la colocación de alguna ornamentación de elementos muebles (Santos trajo de Galicia numerosas figuras y pilares de piedra que parecen extraídos de edificios con siglos a su espalda). Añaden detalles a lo que observan: "Las galerías discurren a través de rampas y escalones con un trazado zigzagueante de varios centenares de metros de longitud, atravesando de noroeste a sureste el subsuelo de la Plaza de Segovia, llegando a entrecruzarse en dos niveles de altura y apareciendo elementos de transmisión de cargas puntuales en forma de columnas. El trazado también atraviesa en galería parte del subsuelo del inmueble del número 2 de la Plaza de Segovia". 

Este trazado es el que permitirá a Patrimonio desmentir al Ayuntamiento en su pretensión de asegurar que las cuevas son antiguas y que sólo han intentado restaurarlas. A nadie se le habría ocurrido hacer cuevas a diferentes alturas para trasladar grandes vasijas con vino o alimentos. Si hubo cuevas antiguas allí, le dice Patrimonio al alcalde, el Ayuntamiento se las ha llevado por delante. A pesar de todo, lo ocurrido se salda con una multa de 30.000 euros que será muy criticada por la oposición, hoy en el Gobierno, por su escasa cuantía. 

Balcón de los Apodos, en Navalcarnero. Dani Pozo

La plaza de las verdades

Los corredores de las cuevas son dignos de visita, aunque la falta de seguridad las tenga cerradas. Son toda una muestra del perfil del alcalde que gobernó 20 años el municipio, dejó una deuda que se estima en 200 millones de euros y fue apoyado hasta casi el último momento por Esperanza Aguirre como candidato para las elecciones de mayo de 2015. Los pasillos se abren en salas o plazas en cuyas paredes se han incrustado azulejos con los epitafios que el alcalde iba encontrando. También hay un balcón dedicado a los motes de personas del pueblo.  En la llamada Plaza de las Verdades hay decenas de ellos: "Disfruta hoy. Es más tarde de lo que crees. (Proverbio chino)", dice uno. "Cree el ladrón que todos son de su condición. (Proverbio español)", otro. "El que tiene discreción, tiene ventaja (Proverbio Hawaiano)"; "Rico y de repente no puede ser santamente. (Proverbio Español)"; "Si tiene remedio, ¿por qué te quejas? Si no tiene remedio, ¿por qué te quejas? (Proverbio Oriental)". 

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