“Estamos en una situación de emergencia”. Así define el momento actual la patronal de la industria siderúrgica española. Una situación crítica que atribuye a un único responsable: China. Su capacidad para producir -y para tirar abajo los precios- ha puesto en peligro su supervivencia.

“La facturación se está desplomando y se dejará de invertir. Si se para la inversión, el chiringuito se cae”, asegura Andrés Barceló, director general de Unesid, la Unión de Empresas Siderúrgicas.

Para España se trata de un problema de mayor calado que para otros estados europeos porque somos el tercer importador de acero chino de la Unión Europea. Aquí llega el 19% de las exportaciones de acero chino que desembarcan en el Viejo Continente.

Sólo están por delante Italia (con el 32%) y Bélgica (25%). Aunque en este último caso, el puerto de Amberes distorsiona las estadísticas, ya que ese acero acaba en otros países comunitarios. “En el Sur de Europa, somos mucho más sensibles a comprar por precio”, argumenta la patronal.

La ‘dañina’ recuperación económica

En lo que va de año, el precio del acero chino se ha desplomado cerca de un 30%. Los productores europeos tratan de seguir el ritmo pero no es posible alcanzar esa rebaja dados los costes de fabricación. Por eso, los productos de acero españoles son un 10% más caros que los chinos y, en un momento de recuperación del consumo y de repunte de la industria, China se está comiendo el mercado.

No se trata de un problema nuevo. Básicamente, se basa en la capacidad del gigante asiático de producir a costes muy inferiores al resto. “China es la mitad de la producción y la mitad del consumo siderúrgico, eso no pasa en ningún otro sector. Hace unos años, en el 2000, no eran nada y ahora se han encontrado con una capacidad instalada a la que tienen que dar salida”, argumenta Andrés Barceló.

“Han cambiado el modelo productivo y les da igual perder dinero. Tienen una sobrecapacidad que, prácticamente, es igual a la producción de toda Europa”, explican desde la patronal española. “China es una economía absolutamente planificada. El 80% de los directivos del sector siderúrgico es miembro del Partido Comunista”, justifican los productores españoles. “Ellos no tienen ningún tipo de ventaja competitiva, esto no es el textil. En este sector la mano de obra es sólo el 15% del coste”.

El 80% de los directivos del sector siderúrgico chino es miembro del Partido Comunista

A escala doméstica, el más afectado por esta situación es el gigante ArcelorMittal, además de los 24.000 empleos que el sector suma en España. “Si seguimos así, España y Europa dejarán de producir y dejarán caer a una industria. Ya hay alguna empresa que ha recurrido a un expediente de regulación de empleo temporal e irá a peor”, alertan.

Medidas ‘antidumping’

En grandes cifras, el empuje chino ha provocado que la facturación de la industria española se desplome un 23% en los últimos meses, mientras que la caída de la inversión ronda el 30%. Una competencia, considerada desleal, que afecta especialmente a los denominados productos planos. Estos no cuentan con ningún tipo de medida antidumping (contra quienes venden por debajo del coste de producción). Unas barreras que sí existen en otros productos, como el acero inoxidable.

Planta de ArcelorMittal en Gijón ArcelorMittal

España produce más de 14 millones de toneladas de acero, de las que casi 10 millones se exportan. Unas cifras que se han mantenido estables a lo largo de los dos últimos años. Dada la dependencia del mercado exterior, el sector no quiere poner barreras que constriñan el comercio. Pero sí cortapisas, al menos, temporales. Instan a Bruselas a acelerar los plazos comunitarios para que, si se decide poner algún tipo de arancel a los productos chinos, no lleguen demasiado tarde.

En el Reino Unido, por ejemplo, ya han cerrado dos factorías acereras, una de ellas del gigante industrial indio Tata. Además, el problema puede ir a peor. “Si, en unos meses, la Unión Europea reconoce a China el tratamiento de economía de mercado esto puede empeorar porque no se podrán hacer investigaciones antidumping. Si Europa lo hace, estaremos desarmados”, auguran los productores.

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