Ana Tudela Antonio Delgado

Termina la legislatura de Mariano Rajoy, acaba el plazo que las urnas dieron hace cuatro años al Partido Popular para cumplir con sus promesas, entre las que situó como prioridad la de luchar contra el desempleo. El Gobierno del PP se marcha con menos parados que cuando llegó, según la encuesta de población activa que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, 436.000 parados menos gracias a la evolución del último trimestre, que ha restado de las cifras de desempleo a 298.200 personas con respecto al segundo trimestre del año.

¿Es un dato positivo? Lo es. Pero no porque el número de parados haya bajado de cinco millones por primera vez desde el tercer trimestre de 2011, antes de la llegada de Rajoy, que lo ha hecho, ni porque la tendencia de reducción del desempleo sea un hecho desde el primer trimestre de 2013, cuando alcanzó la impactante cifra de 6.278.200 personas que buscaban empleo en España y no lograban encontrarlo. 

Al margen de la cifra de paro, con la que sin duda el Ejecutivo va a sacar pecho tras conocerse hoy la estadística, hay otros datos que explican lo ocurrido y que demuestran que el PP no tiene muchos motivos para felicitarse por su labor en materia de empleo. Siete reproches basados en el análisis de los datos que ha realizado EL ESPAÑOL.

1. Rajoy no ha creado empleo

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El número de ocupados durante la legislatura de Rajoy ha pasado, de los 18.153.000 que se encontró al llegar al Gobierno, a 18.048.700, es decir, hay 104.300 ocupados menos según la EPA.  

¿Cómo es posible que no haya más ocupados si hay menos parados, según la estadística del INE? La respuesta está en la población activa, es decir, en las personas en edad de trabajar que buscan empleo o lo tienen. Cuando una persona deja de buscar trabajo en España, por desánimo o porque se marcha a otro país en busca de una oportunidad laboral, desaparece de la población activa y por tanto de la EPA. Esté o no desempleado ya no aparece en la ecuación.

Hay 540.800 personas menos en edad de trabajar que estén buscando o tengan empleo a cierre del pasado mes de septiembre con respecto a finales de 2011, cuando Rajoy llegó a la Moncloa.

2. La población que sigue en crisis

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El Gobierno del PP se ha olvidado en su discurso de la enorme parte de la población que, lejos de haber superado la crisis, sigue hundiéndose en ella a medida que el tiempo reduce sus recursos y sus posibilidades de encontrar un empleo. Son los parados de larga duración. Varios datos atestiguan esta realidad. El primero es el de los parados que, aún persistiendo en la búsqueda de trabajo (siguen por tanto dentro de las estadísticas de la EPA), llevan dos años o más sin un empleo.

La cifra alcanza los 2.158.600 pese a la caída de los últimos trimestres, lo que refleja una diferencia respecto a la llegada del Ejecutivo del PP de 727.600 personas más.

Esta realidad enlaza directamente con el número de hogares que no reciben ningún ingreso, que a cierre del tercer trimestre eran 721.900, frente a 630.100 a cierre de 2011. 

3. Crear empleo o repartirlo

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España tenía, a cierre del tercer trimestre de 2015, 402.100 empleados a tiempo completo menos que cuando llegó Rajoy. Por el contrario, el número de empleados a tiempo parcial ha aumentado en el mismo periodo en 297.800 personas. Esta es una de las grandes críticas que ha recibido el actual Ejecutivo que, lejos de crear puestos de trabajo, está repartiendo empleo merced a la precarización. 

En consonancia con la recuperación económica es cierto que se ha ido viendo, conforme avanzaba la legislatura, un mayor aumento del empleo a tiempo completo en los trimestres en que suele repuntar este dato (segundo y tercero de cada año, con especial incidencia en el tercero). Sin embargo, el último dato de la EPA rompe esa tendencia y recoge un aumento del empleo a tiempo completo de 249.900 personas, no sólo por debajo del dato del segundo trimestre de este año sino también inferior al tercer trimestre de 2014.

4. Ahorrar por el paro de larga duración

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Dos años es el máximo periodo en el que una persona que queda en situación de desempleo puede recibir prestación. El Ministerio de Hacienda, que dirige Cristóbal Montoro, no ha dudado en asegurar que es la buena evolución del mercado laboral en España lo que está permitiendo que se reduzca el coste que suponen las prestaciones por desempleo. El Gobierno incluso ha utilizado ese argumento, el de la creación de empleo, en los Presupuestos Generales del Estado para 2016 para defender su buen hacer en la reducción del déficit gracias a que el gasto en prestaciones cae en 5.500 millones de euros respecto al presupuestado en 2015. Sencillamente: el argumento es falso.

La realidad de por qué cae el gasto en prestaciones por desempleo hay que buscarla en los parados que se van quedando sin prestación, es decir, en el dato de cobertura. Esta cifra no se encuentra en la EPA sino en los datos del Ministerio de Empleo. El último facilitado es de agosto de 2015.

En ese mes, de los 4.094.042 registrados en las oficinas de empleo (no confundir con el dato de EPA), recibían prestación 2.264.215 personas. La cobertura (que es el porcentaje de parados registrados que tiene prestación sobre el total de parados que ha tenido o tiene derecho a ella, es decir, no incluye por ejemplo demandantes de primer empleo) era del 58,93%. Viajando en el tiempo a diciembre de 2011, momento de la llegada de Rajoy al Gobierno, se observa que la cobertura era de 69,9%, lo que permitía que recibiesen algún tipo de prestación 2.927.098 personas. 

5. De las "insidias" al "que se jodan"

Hay otra razón además de la caída del coste de las prestaciones, la reducción de la prestación contributiva media, que ha pasado de 864,73 euros brutos en diciembre de 2011 a 784,2 euros en agosto de este año. 

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Una de las causas: Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba se enfrentaron, durante la campaña electoral de 2011, en un debate televisivo del que hoy se podría hacer un largo listado de negaciones del líder popular que acabaron convirtiéndose en realidad: el banco malo, la petición de que se suavizaran los objetivos de déficit y... la reducción de las prestaciones a los parados. Rubalcaba insistió una y otra vez en que el PP tomaría esta medida si llegaba al poder y Rajoy no dudó en acusarle de sembrar "insidias".

Menos de siete meses después, ya con el PP en el Ejecutivo, Rajoy anunciaba en el Congreso la reducción de las prestaciones por desempleo. Desde ese momento, a partir del séptimo mes de paro los parados pasaron a cobrar el 50% de su base de cotización en lugar del 60% que cobraban hasta entonces. Ante la protesta sonora desde las filas socialistas del hemiciclo, la diputada del PP Andrea Fabra, hija de Carlos Fabra, pronunció aquello del "¡Que se jodan!". 

6. Un lastre para las pensiones

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La pérdida de población activa, en un país que está tirando del fondo de reserva de la Seguridad Social para abonar las pagas a sus pensiones, es un lastre. Que la caída se dé principalmente en las franjas de edad que están llamadas a sostener el sistema durante las próximas décadas es un grave problema. La población activa por debajo de 40 años se ha reducido entre cierre de 2011 y el tercer trimestre de 2015 en 1.453.300 personas. Parte se explica por el propio envejecimiento de la población, que hace que una parte de las personas incluidas en una franja de edad salte a la siguiente en el plazo de una legislatura. Pero ese hecho no explica que sea todo el segmento más joven el que caiga y el de más edad el que aumente. De nuevo es el exilio laboral y el abandono de la búsqueda de empleo lo que explica principalmente la evolución. 

7. La locomotora de Europa

Mantener que España ha vuelto a colocarse a la cabeza de Europa por crecimiento, como prueba de que se ha superado la crisis, sigue dándose de bruces con una realidad: la distancia que separa a este país de las cifras de desempleo de Europa, que Kiko Llaneras recoge en este gráfico. 

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