“Los líderes deben alentar que los empleados aprendan de expertos en campos en los que no han trabajado antes. Las prácticas que son rutinarias en una industria pueden ser revolucionarias cuando migran a otra industria, especialmente cuando desafían el conocimiento convencional en esa industria”.

Esta es una de las ideas clave de un reciente artículo de Bill Taylor para 'Harvard Business Review' que nos puede parecer evidente, pero que en la realidad muy pocas empresas ponen en práctica. De hecho, una de las claves para diseñar modelos de negocio exponenciales es buscar inspiración en otras industrias y esto requerirá ver el negocio y el mercado de una forma nueva.

Un gran desafío suele ser volver a imaginar el negocio existente no sólo con ideas provenientes de dentro de la organización sino también de fuera. En general, para construir un modelo de negocio exponencial, es fundamental estudiar otros que son exitosos y rentables. Resulta muy útil estudiar aquellos que para nosotros podrían ser 'antilógicos' o que no serían aplicables por provenir de otras industrias, sectores y áreas del conocimiento.

Para poner en práctica todo esto, es fundamental potenciar nuestra creatividad y para ello podemos explorar estos 12 conceptos que resumimos a continuación y que podemos recordar como las horas de un reloj visual:

1 - Efecto eureka. Este concepto describe ese momento en el que las personas comprendemos de repente un problema o un concepto que hasta ese momento nos había resultado incomprensible. Este efecto se atribuye al filósofo y científico griego Arquímedes y se utiliza como celebración de un descubrimiento que se busca con afán.

Un término relacionado es el término inglés insight, que significa tener una visión interna, una percepción o un entendimiento del problema. En los procesos de innovación actuales se recomienda empezar siempre con un descubrimiento sobre una necesidad potencial, y sobre este entendimiento desarrollar soluciones.

2. Efecto Médici. El emprendedor Frans Johansson publicó en 2004 'El efecto Médici. Percepciones rompedoras en la intersección de ideas, conceptos y culturas'. Los Médici financiaron y apoyaron a investigadores, artistas, arquitectos, científicos y pensadores con lo que conectaron y crearon intersecciones entre disciplinas y culturas.

Este concepto de búsqueda de innovaciones en las intersecciones de sectores se conoce como 'efecto Médici', debido a las aportaciones realizadas por Lorenzo de Médici, conocido como “El Magnífico”. Otras formas para denominar este efecto incluyen la polinización cruzada o la innovación por hibridación. El 'efecto Médici' aplicado a nuestros días resulta interesante debido al crecimiento acelerado de las tecnologías exponenciales.

3. Fluir. El profesor de psicología Mihály Csíkszentmihályi es autor de diversos trabajos sobre la experiencia de flujo. En 1996 publicó 'Creatividad: el fluir y la psicología del descubrimiento y la invención'. Se puede definir el flujo como un estado mental en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta.

Los componentes de una experiencia de flujo son: (1) objetivos claros, (2) concentración y enfoque, (3) retroalimentación, (4) equilibrio entre nivel de habilidad y el desafío, (5) gratificación intrínseca de la actividad. Durante la experiencia de flujo la persona aplica sus facultades al máximo. Se puede aplicar a equipos de trabajo en el mundo empresarial.

4. Lluvia de ideas. El ejecutivo de publicidad Alex Faickney Osborn empezó a utilizar la técnica grupal de lluvia de ideas en 1939 y el método se popularizó en 1954 cuando publicó 'Imaginación aplicada'. Este concepto, también conocido como 'tormenta de ideas', facilita la generación de nuevas ideas sobre un desafío o reto.

La lluvia de ideas consta de cuatro reglas de trabajo básicas: (1) suspender el juicio eliminando toda crítica, (2) pensar libremente mezclando ideas lógicas y racionales con ideas disruptivas e incluso disparatadas, (3) la cantidad es importante, ya que las ideas obvias pueden aparecer primero, (4) efecto multiplicador buscando ideaciones y sus mejoras. Una versión moderna es teamstorming, del autor Juan Prego.

5. Mapa mental. Un mapa mental es un diagrama utilizado para organizar visualmente la información. Es frecuente representar palabras, ideas, dibujos y conceptos alrededor de una idea central. Los mapas mentales son herramientas útiles para realizar resúmenes, explorar ideas complejas o potenciar fases creativas del proceso de innovación.

Ejemplos tempranos de su uso incluyen al filósofo Porfirio, que en el siglo III visualizó las categorías conceptuales de Aristóteles, y al filósofo Ramón Llull, del siglo XIII. Este concepto alcanzó popularidad en la década de 1970 gracias al psicólogo Tony Buzan. Un concepto similar es la red semántica desarrollada en los años cincuenta por Allan M. Collins y M. Ross.

6. Pensamiento divergente convergente. El psicólogo estadounidense Joy Paul Guilford propuso en 1967 los tipos de pensamiento divergente y convergente para la resolución creativa de problemas. El pensamiento divergente es un proceso de generación de ideas mediante la exploración de muchas posibles soluciones. Un alto cociente intelectual no garantiza la creatividad; son más importantes los rasgos de personalidad como inconformismo, curiosidad, persistencia y asunción de riesgos.

El pensamiento convergente es la habilidad de dar la respuesta correcta a la pregunta, ordenando de manera lógica la información disponible. Los procesos de innovación alternan el pensamiento divergente y convergente para desarrollar soluciones.

7 - Pensamiento lateral. El psicólogo y profesor maltés Edward de Bono publicó en 1967 'The Use of Lateral Thinking' (El uso del pensamiento lateral). Este concepto se refiere al método de pensamiento que busca resolver problemas de manera imaginativa y creativa, tratando de producir ideas novedosas fuera del rígido patrón del pensamiento habitual.

A diferencia del pensamiento crítico, que tiene como objetivo confirmar proposiciones y buscar errores, el pensamiento lateral está más relacionado con el valor en movimiento de las proposiciones e ideas. Bono propone que se puede desarrollar el pensamiento lateral a través del entrenamiento y de técnicas como provocaciones, palabras aleatorias, piedras en el camino, fraccionamiento, inversiones o analogías.

8. Pensamiento sistémico. Es un marco conceptual que busca comprender varios subsistemas o elementos interrelacionados. Este concepto tiene sus orígenes en el holismo, la teoría general de sistemas propuesta por Ludwig von Bertalanffy en 1937 o la cibernética.

El pensamiento sistémico experimentó un gran avance gracias a los trabajos de expertos del MIT como los científicos de sistemas Jay Wricht Forrester y Peter Senge con su libro La quinta disciplina. El pensamiento sistémico es una herramienta muy útil para el mundo empresarial porque permite modelizar las posibles interrelaciones que se pueden dar entre organizaciones e individuos en los ecosistemas de negocios.

9. Pensamiento visual. El psicólogo alemán Rudolf Arnheim publicó en 2004 'Pensamiento visual' planteando que existen ciertas cualidades y sentimientos que captamos en una obra de arte que no pueden ser expresadas en palabras. Esto se debe a que el lenguaje no provee de un medio de contacto directo con la realidad.

El pensamiento visual se ha convertido en una herramienta interesante para la innovación, ya que utiliza los dibujos para representar conceptos. Puede resultar muy útil para explorar desafíos, descubrir ideas, desarrollarlas de forma rápida e intuitiva y poder compartirlas con otras personas a fin de que las puedan entender de manera sencilla.

10. Resolución creativa de problemas. El ejecutivo de publicidad Alex Faickney Osborn desarrolló en 1954, junto con el profesor Sidney Parnes de la Universidad de Búfalo, el método de resolución creativa de problemas (CPS, del inglés Ceative Problem Solving).

Este concepto sigue un esquema organizado de técnicas de pensamiento crítico y creativo para resolver problemas y consta de siete pasos: (1) orientación para plantear el problema, (2) preparación para aportar datos pertinentes, (3) análisis para incluir todo el material relevante, (4) hipótesis para plantear alternativas para crear opciones a las ideas, (5) incubación para permitir que llegue la iluminación, (6) síntesis para poner las piezas juntas y (7) verificación para juzgar las ideas resultantes.

11. Serendipia. Este concepto hace referencia a un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. El polímata Horace Walpole acuñó el término en 1754 a partir del cuento persa 'Los tres príncipes de Serendip'. A lo largo de la historia se han producido innovaciones científicas como consecuencia de la serendipia: el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming, el microondas por Percy Spencer o el Post-it por Spencer Silver, entre otros.

Ikujiro Nonaka resalta que el concepto de serendipia es clave en la creación de conocimiento. También está relacionado con la inteligencia competitiva como herramienta para evitar puntos ciegos.

12. Técnicas aleatorias y de improvisación. En los procesos creativos se pueden introducir técnicas aleatorias y de improvisación para generar ideas. Estas técnicas promueven el pensamiento divergente, abordan los desafíos desde una perspectiva diferente y pueden fomentar un ambiente creativo.

Las técnicas aleatorias suponen la incorporación de la causalidad en el proceso creativo. La improvisación, también conocida como espontaneidad, puede derivar en el descubrimiento de nuevos patrones de pensamiento y nuevas formas de actuar. Estas técnicas son más habituales en industrias culturales y creativas como la música o el teatro. Muchos artistas de distintas disciplinas utilizan estas técnicas para fomentar el flujo creativo de ideas.

*** Paco Bree es profesor de Deusto Business School.