El efectivo va perdiendo peso

Sin embargo, sí es uno en los que con más fuerza se han extendido tecnologías como los pagos contactless lo que explica, en parte, el descenso en la preferencia de los consumidores de pagar con dinero físico frente a la utilización de tarjetas de crédito. Esa es una de las principales conclusiones que se desprende del Sondeo de Opinión del Consumidor realizado recientemente por la consultora Advanced para Visa en España.

Y es que el 59% de los usuarios prefiere, generalmente, pagar con tarjeta; y el 54% de los pagos realizados en las compras del día a día por los compradores españoles se efectúa ya con tarjeta (34% de débito y 20% de crédito) según este estudio, que desvela también que la tendencia seguirá creciendo, ya que el 53% de los encuestados asegura que cada vez lleva menos dinero en la cartera (media diaria de 35 euros) y el 84% del censo confirma que, prácticamente nunca, sale de casa sin su tarjeta.

Esta tendencia se alinea con los datos ofrecidos recientemente por el Banco de España, que señaló que en el primer trimestre de 2016, el gasto en compras en Terminales Punto de Venta superó al importe de efectivo retirado en los cajeros. Las principales ventajas asociadas a este tipo de pagos son la mayor seguridad y la agilidad y comodidad para realizar los pagos. Además, los pagos por vía electrónica -sean mediante tarjeta o cualquier otra modalidad tecnológica- representan un impulso en la lucha contra le economía sumergida.

Así, los encuestados en este sondeo señalan que comodidad, disponibilidad, practicidad, ubicuidad del pago y seguridad son los motivos mayoritarios por los que decantarse por el pago con tarjeta. Hoteles, grandes superficies comerciales, tiendas de moda, gasolineras y restaurantes son los establecimientos con ratios mayoritarios del uso de la tarjeta por parte del consumidor. El uso de dinero en efectivo suele quedar, normalmente, asociado a importes por debajo de los 10 euros.

El estudio revela además que la gran mayoría de los consumidores españoles cree que el futuro de los pagos será electrónico y la introducción de la tecnología NFC, que permite los pagos contactless, ha tenido un papel muy relevante en el cambio de actitud de los consumidores. Además, reconocen las posibilidades de esta tecnología para innovar, por ejemplo, con los pagos a través del móvil, de wearables o de cualquier dispositivo o conectado al Internet de las Cosas. De hecho, la mitad de los encuestados asegura tener tarjeta contactless; de estos consumidores, un 28% la utiliza aproximándola al terminal mientras que un 12% afirma que siempre paga con ella por la vía "tradicional", es decir, insertándola en el datafono.

Las ventajas que los consumidores más asocian con los pagos sin contacto son la rapidez, la comodidad y el buen funcionamiento del sistema. Para el 82% de quienes la utilizan, pagar con tarjeta sin contacto es más rápido y ágil que hacerlo insertando la tarjeta en el datafono y el 59% de ellos considera que el modelo contactless es igual o más seguro que el efectuado insertando la tarjeta.