CIO Global de Santander Private Banking

El término Inteligencia Artificial (IA) engloba la combinación de algoritmos que permite a las computadoras imitar la percepción, el aprendizaje, la resolución de problemas y las capacidades de toma de decisiones de la mente humana, para completar funciones que hasta ahora solo un ser humano podía realizar. Esta área, que abarca disciplinas como el Machine Learning, Deep Learning, Big Data o la visión 3D, se encuentra en una etapa inicial conocida como IA Débil. Sin embargo, según la empresa PWC, la IA podría avanzar rápidamente a la siguiente fase o IA General, llegando a contribuir en hasta 15,7 billones de dólares a la economía mundial en el 2030, a consecuencia del aumento de productividad, personalización y mejora en la calidad.

El crecimiento de la Inteligencia Artificial está impulsado principalmente por tres campos de innovación: el Aprendizaje Profundo o Deep Learning, la Computación Cuántica y el Big Data

1. El aprendizaje profundo (Deep Learning) es una forma de Inteligencia Artificial inspirada en el cerebro humano que se está extendiendo por todas las industrias del mundo. Permite la capacidad de aprender sin supervisión a partir de datos que no están estructurados, o Raw Data, a través de redes neuronales profundas (múltiples e individuales capas de algoritmos).

Gracias a este avance, la visión por ordenador, el reconocimiento de voz, la síntesis de voz, la traducción automática, los videojuegos, el descubrimiento de medicamentos y la robótica están estableciendo récords de rendimiento en estas nuevas reglas de juego.

2. Mientras que los ordenadores estándar se construyen con los bits clásicos, cada ordenador cuántico tiene un qubit o bit cuántico como bloque de construcción, aprovechando así la capacidad única de las partículas subatómicas en forma de un qubit. Como resultado, las computadoras cuánticas pueden lograr manejar operaciones muy complejas a velocidades exponencialmente más altas que las computadoras convencionales mientras consumen mucha menos energía.

3. La era digital ha creado una cantidad abrumadora de información, y se prevé que la cantidad total de datos aumente de forma desmedida en los próximos años. Ahora, las empresas pueden disponer de información valiosa sobre la demografía o las preferencias de los clientes pues son capaces de integrar datos dispares – capturados a través de productos, cámaras de vídeo, tarjetas de crédito, teléfonos móviles u otros puntos de contacto – en fuentes significativas para que los algoritmos de IA manipulen y entiendan los comportamientos.

Las empresas pueden aprovechar estos conocimientos para mejorar los productos, la estrategia comercial y las campañas de marketing para atender a los clientes objetivos.

Las oportunidades de beneficiarse de las innovaciones impulsoras de la inteligencia artificial se dan en las industrias habilitadas para ella (principales procesos empresariales verticales), las aplicaciones de IA (impulsando mayores niveles de automatización, una toma de decisiones más rápida y un importante ahorro de costos) y la infraestructura de IA (sectores de los semiconductores, los componentes electrónicos y el software de infraestructura).

Con todo ello, las empresas que logren adaptarse e implementar estas innovaciones, captarán una proporción creciente de los beneficios de sus respectivas industrias. Entre todas ellas, hay oportunidades de inversión realmente valiosas en lo que denominamos Future Tech o el futuro de la tecnología.

De esta manera, resulta innegable que se está produciendo también un cambio de rumbo hacia estas competencias también en el panorama laboral, sobre todo a raíz de la crisis de la COVID-19. Según el informe 'Empleos en auge' de LinkedIn, que analiza el mercado laboral tras la llegada del Covid-19, los cambios en la conducta del consumidor y las necesidades comerciales han impulsado puestos en categorías como comercio electrónico, marketing digital, tecnología y ciencia de datos e inteligencia artificial. Este estudio arroja datos como que las contrataciones relacionadas con el comercio electrónico experimentaron un aumento del 70% durante los años 2019 y 2020; y que durante 2020 aumentaron un 61% en el área de marketing digital, un 38% las relacionadas con puestos tecnológicos y un 64% en el campo de inteligencia artificial y ciencia de datos.

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