Los planes de recuperación, transformación y resiliencia de los principales países europeos tienen muchos puntos en común. Entre las coincidencias que encontramos, la movilidad destaca como uno de los sectores que más protagonismo va a tener en esta ingente movilización de ayudas. Unos planes que solo teniendo en cuenta lo proyectado por España con su plan “España puede”, por Italia con su “recovery plan” y por Francia suman 302.000 millones de euros.

En lo que respecta al reparto de fondos, Italia se lleva la parte principal de las ayudas con mas de 190.000 millones de euros. El plan presentado por España llega casi a los 70.000 millones de euros, de los 140.000 que le corresponden. Por su parte, Francia recibirá 41.000 millones de euros para reactivar su economía.

En el conjunto de los planes, las partidas correspondientes a movilidad e infraestructuras son muy importantes. Dentro de los esfuerzos proyectados, el ferrocarril tiene un papel muy importante en los planes de Italia y España. En cambio, para Francia la parte de ferrocarril en muy minoritaria y su estrategia tiene importantes diferencias con Italia y España.

La apuesta por la intermodalidad, los trenes de mercancías y los Cercanías está en el núcleo de la estrategia española. Por su parte, el plan italiano pone su foco en la puesta en marcha de nuevas infraestructuras de alta velocidad, especialmente en lo que respecta a mejorar las conexiones del sur del país.

El esfuerzo italiano en este sentido se entiende debido que la red de alta velocidad española triplica en kilómetros a la de Italia. Del mismo modo, Francia cuenta con mas de 2.000 kilómetros frente a los menos de 1.000 kilómetros del país transalpino.

Mercancías y transporte regional

En el plan italiano también se pone atención a la integración entre puertos y trenes de mercancías, unas conexiones claves para la logística del país.

Las actuaciones en el ámbito de lo ferroviario entran a fondo en la reforma del sector de viajeros de los corredores regionales que aún no están abiertos a la competencia. Un ámbito en el que el plan francés no pone ningún tipo de esfuerzo. El país galo ya está actuando en la liberalización del transporte ferrocarril regional. 

En España, el plan del gobierno no ha marcado objetivos para liberalizar los servicios regionales que, actualmente, sólo explota Renfe. En el ámbito regional, los esfuerzos del proyecto español están puestos en el transporte metropolitano donde se persigue mejorar la puntualidad, realizar estudios de demanda, de accesibilidad y renovar la tecnología.

España persigue mejorar la puntualidad, realizar estudios de demanda, de accesibilidad y renovar la tecnología del transporte metropolitano.

En lo que respecta a la mejora de la red de infraestructuras de Cercanías, el gobierno español va a invertir 1.502 millones de euros por medio del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).

Del mismo modo el transporte de mercancias por ferrocarril también va a jugar un papel importante. En el caso de España, los corredores europeos están en el centro de la acción del Gobierno. Una estrategia que comparte en el proyecto italiano.

En definitiva, el análisis de los planes de Italia y España hace evidente que se pretende prestar mucha más atención al sector de ferrocarril que en en caso de Francia para llegar a cumplir los objetivos en materia de sostenibilidad “climate change” que pero están al centro de todos los planes de PNRR de los países europeos.