Es cada vez más habitual que, en materia de eficiencia energética, las grandes empresas y, muy especialmente, aquellas directamente relacionadas con este sector, hagan grandes esfuerzos en materia de sostenibilidad para implantar un modelo más respetuoso con el medio ambiente. Es una tendencia muy presente en el mundo industrial pero que también alcanza a la sociedad en su conjunto: de hecho, todas las personas tenemos un papel que desempeñar en esta carrera a medio y largo plazo para bien del planeta.

En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) prevé un 39,5% de mejora de la eficiencia energética en la próxima década, y que las inversiones dedicadas al ahorro y eficiencia energética generarían entre 56.000 y 100.000 puestos de trabajo. Entre las empresas españolas, la energética Naturgy ha asumido el reto de liderar esta transición energética y promover la eficiencia como una de las líneas maestras de su actividad. En este sentido, sus objetivos se alinean con los de la Unión Europea, que en los últimos años ha intensificado su labor para establecer metas cuantificables y que aparecen reflejadas en el Pacto Verde Europeo, un compendio de medidas y recomendaciones que, según la Comisión Europea, son una hoja de ruta para "ir más lejos", al menos, en cuanto a la reducción de gases de efecto invernadero.

Con ello, el organismo europeo pretende estimular el paso hacia una economía climáticamente neutra en carbono, con hitos que tienen su primer horizonte a menos de una década vista, en 2030. Para ese año, el objetivo comunitario es el de mejorar un 32,5%, como poco, la eficiencia energética.

Compromiso, la palanca que activa los cambios

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La ambición de Naturgy se refleja en la estrategia de operativa que lleva a cabo y que aborda cada aspecto relativo a lo medioambiental, acción social y gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Tal esfuerzo ayudó, solo el pasado año, a reducir su consumo energético en instalaciones propias en cerca de 2.200 GWh, que evitaron la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Este ahorro de energía que señalamos es una muestra, pero Naturgy ha enfatizado este espíritu entre sus clientes, ofreciendo productos y servicios que tratan de ayudar a que cada persona pueda usar su energía de manera más eficiente que nunca. Entre las iniciativas que ha puesto en marcha la compañía se hallan la renovación de calderas, las soluciones de autoconsumo y placas fotovoltaicas o soluciones de iluminación y climatización eficiente, entre otras. También, a través de las facturas, se han enviado mensajes a los clientes para fomentar medidas de ahorro y eficiencia energética.

El factor de movilidad también es muy relevante en términos de sostenibilidad, ya que su actividad es gran consumidora de energía y productora de emisiones. En este sentido, el margen de mejora alcanza lo evidente (uso de vehículos eléctricos, de gas natural vehicular, de gas renovable…) y lo no tan evidente -al menos para el ciudadano de a pie- pero que tiene su peso en la eficiencia del conjunto, como la mejora de la eficiencia energética de sus propias estaciones de suministro de combustible, por ejemplo, incorporando tecnologías de almacenamiento.

Autobús con propulsión mixta que incluye el uso de gas renovable.

Eficiencia a nivel global

Estos principios, por supuesto, también se aplican en los países en los que Naturgy tiene presencia, caso de México y Argentina, donde estas soluciones de sostenibilidad se unieron a los proyectos de concienciación sobre el tema que se han llevado a cabo en las comunidades locales.

Son actuaciones que, por heterogéneas que parezcan, tienen un punto en común: la sensibilización acerca del tema, algo vital para construir un futuro más sostenible entre todos. En México, la empresa realizó el año pasado distintos talleres sobre eficiencia energética entre población en situación de vulnerabilidad; mientras que en Argentina se creó el portal cuidemosnuestrosrecursos.com, donde tanto alumnos como docentes pudieron capacitarse en materia de eficiencia energética y aprender sobre el correcto uso de la energía.

Este énfasis en el aspecto educativo es uno de los objetivos que se ha marcado también la Fundación Naturgy, una institución con actualmente varias propuestas en marcha que pretenden concienciar acerca de la importancia de la eficiencia energética para cuidar el medio ambiente pero, también, como una manera de optimizar los recursos de las familias y favorecer el ahorro. En esta línea, por ejemplo, se enmarca el voluntariado energético con empleados de la empresa, que incluye la visita a hogares vulnerables para identificar mejoras de habitabilidad que respondan a estas premisas. En 2020, y pese a las circunstancias vividas, se logró atender a cerca de 2.000 familias.

Sesión de formación de la Escuela de Energía de Fundación Naturgy.

La formación es un pilar básico en la actividad de la Fundación Naturgy y, en este sentido, su Escuela de Energía es su mejor representante. A través de sus talleres y webinars se ha alcanzado a miles de personas, y no solo a los consumidores finales de la energía, sino a representantes de las administraciones públicas y del tercer sector. Gracias a esta iniciativa, han podido aclarar sus dudas acerca de cómo entender una factura, todo lo relativo al bono social o, como en el caso que nos ocupa, asimilar hábitos de consumo más eficientes, para trasladar este conocimiento a los usuarios finales.

Esta apuesta por los valores formativos se mantuvo durante el pasado año, en el que se dio un paso adelante en cuanto a digitalización de contenidos al incorporar a este medio todos los recursos de Efigy Education, con todo tipo de material sobre eficiencia energética que sirve de apoyo a docentes de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos durante los cursos académicos.

Además, también en 2020, la Fundación Naturgy también continuó dando importantes pasos para seguir construyendo el futuro con la consolidación del Fondo Solidario de Rehabilitación Energética, con el que se busca financiar mejoras de eficiencia energética en hogares vulnerables y que, gracias a este impulso, ha implicado solo el pasado año a 14 entidades sociales. Entre todos, se pudieron llevar a cabo hasta 721 actuaciones a partir de donaciones de particulares y aportaciones de la Fundación.