Nueva York

Jeff Bezos ha decidido ‘aparcar’ Amazon - el negocio que le ha ayudado a duplicar su fortuna personal desde que empezó la pandemia de coronavirus - y cambiar de registro, dedicándose a “cultivar otras pasiones” como los medios de comunicación, la exploración espacial y la filantropía. El anuncio llegaba en forma de correo electrónico a los empleados de Amazon para confirmarse poco después, durante la presentación de resultados de un trimestre histórico en el que el gigante del comercio electrónico ha hecho caja con la Covid, generando más de 100.000 millones de dólares en ventas.

Bezos sorprendía el martes a propios y ajenos con un anuncio inesperado aunque planificado al milímetro. El que fuera el hombre más rico del mundo hace apenas dos años, adelantaba que en junio dejaría la dirección del día a día de la empresa que fundó hace casi tres décadas para dedicar “el tiempo y la energía necesarios" para concentrarse "en el Day 1 Fund, el Bezos Earth Fund, Blue Origin, The Washington Post" y sus "otras pasiones.”

El cambio de guardia se personificará en otro veterano de Amazon, Andy Jassy, el hasta ahora CEO y ‘cerebro’ detrás de Amazon Web Services (AWS), negocio que ya supone el 60% de facturación anual del grupo.

Jeff Bezos dejará su puesto al frente de Amazon

En los últimos años, Bezos se había alejado de gran parte de la gestión cotidiana, según fuentes citadas por el ‘New York Times’, para centrarse en diseñar el futuro de Amazon y en proyectos personales como los viajes espaciales. En 2013, utilizó parte de su fortuna para comprar The Washington Post.

Donald Graham, antiguo propietario del diario estadounidense, destaca que bajo la propiedad de Bezos, el periódico pasó de ‘desangrarse’ por falta de ingresos publicitarios a convertirse en un negocio rentable con millones de subscriptores de pago que ha contratado a más de 250 personas, desarrollado un nuevo sistema de gestión de contenido y comenzado a otorgar licencias, a la par que lidera la información en plataformas como Reddit y Tik Tok.

Duplica su fortuna

Desde marzo de 2020, Amazon ha conseguido estabilizar sus operaciones y disfrutar de un crecimiento explosivo: su programa de envío rápido Prime cuenta con más de 150 millones de miembros en todo el mundo. Esta semana, Amazon registró un récord de 125.600 millones de dólares en ventas para el cuarto trimestre, mientras que las ganancias se duplicaron con creces, alcanzando los 7.200 millones de dólares. De hecho, el periodo de tres meses finalizado en diciembre de 2020 ha sido el primero en el que la compañía supera los 100.000 millones de dólares en ventas en un solo trimestre.

En términos personales, Bezos ha visto como su fortuna se suplicaba desde el comienzo de la pandemia, embolsándose 90.000 millones de dólares en los últimos doce meses y prácticamente duplicando el valor de su patrimonio.

Pero la pandemia también devolvió a Bezos a la primera línea de la gestión del negocio de Amazon. Hacer frente a un pico de demanda nunca visto, navegar desafíos sin precedentes en la cadena de suministro provocados por el coronavirus o negociar con los agentes sociales para solucionar los cada vez más recurrentes problemas laborales han sido la razón por la que Bezos ha tenido que participar en reuniones diarias para ayudar a tomar decisiones sobre el inventario, hablar con funcionarios del gobierno o presentarse en los tribunales para defender la postura de Amazon en una supuesta situación de monopolio.

De padre ejemplar a celebrity



Quienes siguen la evolución de Bezos desde la cercanía, destacan un punto de inflexión: 2013. En ese año se fragua la transición de padre de familia y CEO a tiempo parcial a titán de la industria tecnológica y encarnación del ‘Corporate America’. Por aquel entonces Bezos comenzó a afeitarse la cabeza. También compró el Washington Post por 250 millones de dólares, a título personal, ya que Amazon "no tuvo ningún papel en la compra", tal y como se esforzó en recalcar el propio Bezos.

En 2015 las cosas tomaron dimensiones estratosféricas, literalmente, con el exitoso lanzamiento del primer cohete reutilizable de Blue Origin. Bezos fundó la empresa aeroespacial en 2000, inspirado según cuentan fuentes cercanas al millonario, por la película October Sky. En 2014, Bezos había inyectado 500 millones de dólares de su propio bolsillo en su propia odisea en el espacio.

Carrera espacial contra Elon Musk



Bezos financia Blue Origin, que cuenta con más de 3.500 empleados, a base de vender alrededor de mil millones al año en acciones de Amazon, intensificando aún más si cabe la carrera espacial privada en la que compite con Elon Musk y su compañía aeroespacial SpaceX. “Es un error correr hacia una fecha límite cuando se habla de un vehículo volador, especialmente uno en el que se va a colocar a la gente”, dijo Bezos en una entrevista con el ‘New York Times’ en 2017. “Sigo pensando que podemos hacer vuelos comerciales con pasajeros en 2018 ".

Aunque la compañía aún no ha enviado a ningún humano al espacio, Blue Origin ha lanzado New Shepard - un sistema totalmente autónomo, sin pilotos a bordo - 14 veces con éxito y ha aterrizado el propulsor del cohete 13 veces consecutivas. La compañía ha construido cuatro propulsores New Shepard en total, el cuarto de los cuales se lanzó el pasado mes de enero por primera vez. Su tercer propulsor ha volado siete veces consecutivas y se utilizará para volar cargas útiles de investigación de microgravedad para la NASA y otros clientes.

En los últimos meses, Bezos ha aumentado sus ventas de acciones de Amazon, cobrando más de 10.000 millones de dólares en 2020. “Nunca he tenido más energía, y esto no se trata de jubilarme," avisa Bezos a los que dan por cerrado su capítulo en Amazon.

En este sentido, desde la dirección de Amazon han querido recalcar que Bezos “estará involucrado en muchos asuntos importantes de un solo sentido, como decimos, es decir, las decisiones más importantes, como adquisiciones, estrategias, compras de comestibles y otras cosas.”

Bezos todavía posee más del 10 por ciento de Amazon, lo que significa que podría seguir siendo una fuerza influyente en la empresa, sin tener que pagar el precio de ser el chivo expiatorio de los males de Amazon, ya sea las controvertidas condiciones laborales de los trabajadores de los almacenes de empresa, las acusaciones de abuso de poder en el mercado o el debate sobre la privacidad y protección de datos de sus usuarios.

Bezos sigue los pasos de otros titanes tecnológicos como Bill Gates de Microsoft y los cofundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, estos últimos también centrados en intereses de corte aeronáutico (Page ha financiado dos nuevas empresas que construyen autos voladores, Kitty Hawk y Zee.Aero. mientras que Brin ha estado desarrollando su propia aeronave.)

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