El desarrollo tecnológico y la conectividad que nos ofrece actualmente la tecnología suponen un potencial inédito para desarrollar cualquier actividad humana a través de la red, de conectar personas y dispositivos y de aportar a oficios tradicionales como la medicina un salto cualitativo que adelanta soluciones que, hace años, podrían parecer casi de ciencia-ficción.

Pero este nuevo paradigma que ya comenzamos a vislumbrar también conlleva retos asociados y el de la seguridad es, tal vez, el más importante desde que se popularizó Internet. Es cierto que los ciberataques han existido casi desde su inicio pero, en paralelo al desarrollo tecnológico, también han proliferado la cantidad y la sofisticación de los mismos para alcanzar los más variados objetivos: sustracción de datos bancarios, colapso de las redes o -algo que están sufriendo mucho en el entorno sanitario- el robo de datos confidenciales, entre muchos otros delitos.

El sector sanitario, especialmente sensible

Esto resulta especialmente grave para el sector sanitario. Y es que, por sus características, se trata de un ámbito muy sensible a este problema dado el carácter privado de los datos que se manejan y el perjuicio en la operativa que puede generar un ataque que, por ejemplo, obligue a paralizar la actividad de un hospital mientras la salud de los pacientes está en juego.

Los ataques en este entorno se han multiplicado durante los últimos meses, colocando al sector en una situación delicada. Es cierto que, para un hacker, no hay un objetivo económico directo tan claro en este tipo de acciones, pero la información para estos ciberdelincuentes puede ser tan valiosa o más: no hay más que pensar en los historiales médicos de los pacientes, los dispositivos a los que pueden afectar explotando vulnerabilidades o el perjuicio de colapsar sistemas de comunicaciones o de gestión administrativa.

En este contexto, disponer de las mejores herramientas para prevenir este tipo de situaciones constituye un motivo de tranquilidad. Con este objetivo, Sham, mutua aseguradora especialista en el sector sanitario y sociosanitaria, sociedad del grupo europeo Relyens, ha incorporado a su oferta de servicios nuevas soluciones encaminadas a reforzar la seguridad del paciente frente a los ciberataques en los centros hospitalarios.

En concreto, la compañía, socio risk manager de referencia de los actores de la salud, fortalece su enfoque global de la gestión de riesgos cyber en el sector sanitario, combinando una solución de prevención única –en colaboración con un socio tecnológico destacado, CyberMDX– con una nueva oferta de seguros, denominada Sham Cyber Protection.

Así, esta oferta global de Sham supone un paquete integral de medidas que se articulan en torno a tres pilares: la prevención, el control y la mitigación del ataque y la cobertura de responsabilidad ante los daños. Gracias a esta combinación de gestión de riego preventivo con una solución de garantía específica, Sham refuerza su posicionamiento como operador referente europeo en ciberriesgos.

De este modo, la tecnología de CyberMDX permite una monitorización constante de la red y de los dispositivos conectados a la misma para analizar los riesgos en base a las vulnerabilidades de los sistemas, las amenazas detectadas y la criticidad de los dispositivos, permitiendo actuar con rapidez sobre dichas situaciones de riesgo. Gracias a la inteligencia artificial, es posible incluso que la propia red aprenda a detectar ataques y actúe en consecuencia. Y en caso de que todo vaya bien, generar valiosa información para optimizar el sistema y hacer una gestión más eficiente de los dispositivos médicos.

Asistencia integral ante cualquier amenaza

Al igual que la prevención del cyber ataque, para Sham es fundamental ofrecer una solución completa de asistencia y de garantías ante este tipo de daños. Sham Cyber Protection es, precisamente, la nueva oferta de seguro que incluye las garantías necesarias en caso de tener que hacer frente a un ataque, así como la asistencia integral durante la gestión del incidente, la reparación del daño causado a los activos del centro y la cobertura de defensa en caso de responsabilidad del centro por los daños causados a un tercero.

Estas tres garantías se suman a otras complementarias que añade Sham a este plan para "facilitar asistencia a las instituciones sanitarias y sociosanitarias en su camino hacia la protección de riesgos que pueden entrañar interrupciones de la actividad sanitaria y, como consecuencia, tener una repercusión en la seguridad de sus pacientes, su economía o su reputación", explica Dominique Godet, Director general del grupo Relyens.

Este respaldo hacia la actividad de los hospitales y centros sanitarios es más necesario que nunca hoy en día. El creciente número de dispositivos médicos conectados en los centros hospitalarios, la interconexión de los datos personales de salud y la nueva oferta sanitaria online (cita médica, telemedicina, etc) hacen que, al mismo tiempo que crece el sistema, también haya que prestar más atención si cabe al desafío que supone la ciberseguridad. Por eso es tan importante recurrir a soluciones como las que ofrece Sham. "Nuestra oferta es la única tan especializada que es capaz de responder a los retos tan específicos del sector sanitario", según apunta Godet.