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La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el eje de un cambio tecnológico sin precedentes, que no solo ha transformado la economía y la industria, sino también la manera en que las personas aprenden, trabajan y se relacionan. Así se ha puesto de manifiesto durante el III Foro Económico Español en Ceuta, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, junto con el Gobierno de la ciudad autónoma, la Cámara de Comercio de Ceuta y Procesa.

En una mesa redonda llamada 'Digitalización e IA', han expuesto su visión de esta nueva tecnología Fernando Trujillo, director de la Cátedra de IA de la Universidad de Granada (UGR); Pablo Benavides, CEO de Opplus; Jesús Amores, director de Vodafone Innovation Hub; y José Manuel Gómez-Zorrilla, CEO de Windup.

El debate, moderado por Ángel Recio, delegado de EL ESPAÑOL de Málaga, ha comenzado con la intervención de Trujillo, que ha abierto el debate con una reflexión profunda sobre el papel de la inteligencia artificial en el mundo actual. “Estamos avanzando en un terreno lleno de brumas y zonas pantanosas”, ha señalado, aludiendo a la incertidumbre inherente a toda revolución tecnológica.

Para él, la clave ha estado en mirar al ser humano desde distintas perspectivas: “La IA y las tecnologías emergentes son ya el nuevo sistema operativo de nuestra sociedad. Dejaremos de hablar de inteligencia artificial porque será un presupuesto fundamental”.

Desde la Universidad de Granada, la Cátedra de IA ha trabajado en tres ejes: investigación, formación y transferencia de conocimiento, con el objetivo de “sacar el talento de cada individuo, sea cual sea su punto de partida”.

Trujillo ha subrayado la necesidad de una universidad abierta al diálogo con la empresa privada y la industria, convencido de que el futuro pasa por aplicar la tecnología al bienestar en ámbitos como la educación, la salud, la economía o los servicios sociales.

Benavides, CEO de Opplus, ha ofrecido la visión empresarial del cambio. “La IA ha venido a romperlo todo. Antes hablábamos de automatización de tareas repetitivas; ahora nos hemos encontrado con una tecnología que razona”, ha afirmado. Este carácter disruptivo ha ayudado a las compañías a reducir costes, generar mayores ingresos y mejorar la calidad del servicio.

Benavides ha destacado que la IA “se ha democratizado mucho”, lo que ha supuesto grandes oportunidades, pero también riesgos: “Ha ido más rápido que la propia regulación”.

En Opplus, la adopción de la IA se ha abordado desde una visión transversal, tanto en la atención al cliente como en los procesos internos, siempre preservando la seguridad de los datos, según ha asegurado.

El directivo ha incidido en que la IA no debe verse como una amenaza: “No te va a quitar el trabajo; te lo va a quitar alguien que sepa usarla”. Según ha explicado, liberar a los empleados de tareas tediosas ha generado un clima laboral más creativo y empático, fomentando un círculo virtuoso de productividad y bienestar.

Desde Vodafone Innovation Hub, Jesús Amores ha destacado que la IA “va a permitir que usuarios de negocio, sin ser expertos en tecnología, puedan crear nuevas productividades”.

Ha subrayado que su implementación debe hacerse “con visión estratégica, pero despacito”, gestionando adecuadamente el cambio y motivando a las personas, ya que “por defecto, solemos ser reticentes”.

En el ámbito de las telecomunicaciones, Vodafone ha estado utilizando la IA para optimizar redes y anticipar necesidades, especialmente ante el consumo acelerado contenidos audiovisuales y la falta de cobertura en eventos masivos. Además, ha impulsado el desarrollo de soluciones de IA para consumidores y pymes, así como la mejora de la experiencia de usuario.

Mesa redonda. Digitalización e IA

Amores ha visto en esta revolución una gran oportunidad para “revitalizar carreras profesionales e incorporar nuevos perfiles al mundo laboral”, reduciendo así presiones en el mercado de trabajo.

Por su parte, Gómez-Zorrilla, CEO de Windup, ha destacado que la IA ya ha generado mejoras de productividad palpables, especialmente en las pymes. “Nos ha ayudado a automatizar procesos rutinarios y a potenciar la creatividad con la IA generativa”, ha explicado.

Gómez-Zorrilla ha insistido en que la inteligencia artificial “no ha sustituido, sino que ha amplificado las capacidades humanas”. Desde su experiencia, la IA se ha integrado de forma omnicanal en la gestión comercial y en la relación con los clientes. No obstante, ha advertido que aún queda parte del tejido empresarial que necesita impulso y acompañamiento para aprovechar al máximo esta transformación.

Todos los ponentes han coincidido en que el reto no está siendo solo tecnológico, sino también humano. La IA ha redefinido el modo en que se gestiona la información, el talento y la creatividad. Más que una herramienta, se ha convertido en la infraestructura básica del siglo XXI: "un nuevo sistema operativo", según Trujillo.