El Real Madrid se medía este domingo al Valencia con un problema serio en defensa. Zidane solo contaba con Nacho para ocupar el centro de la zaga y tenía que inventar una solución para medirse a los ches. Finalmente, el técnico galo apostó por alinear a Casemiro junto al canterano, solución que ya había tomado en una ocasión la temporada pasada.

El brasileño tenía la difícil tarea de suplir las bajas de Sergio Ramos, sancionado, y Varane, lesionado, además de Vallejo que todavía no ha podido debutar esta temporada. Casemiro tuvo que fajarse con un delantero tan correoso como Zaza, además de la velocidad de hombres de segunda línea como Carlos Soler o Gayà, y no salió mal parado.

CARA Y CRUZ EN SU ACTUACIÓN

En líneas generales, Casemiro no tuvo una mala actuación. Peleó contra los atacantes valencianistas y, en la mayoría de las ocasiones, salió vencedor. Frenó varios ataques peligrosos, incluso, en el minuto 48, le ganó limpiamente a Gayà una acción de lo más peligrosa dentro del área, en la que pidieron penalti del brasileño. Sin embargo, no todo fueron luces en la actuación del mediocentro.

En los dos goles de los de Marcelino, Casemiro no estuvo especialmente acertado. En el primero de los tantos, el de Carlos Soler, el valencianista le gana la espalda y remata solo dentro del área pequeña tras una gran jugada de su equipo. Pero en el segundo gol tampoco le fue mucho mejor. En el minuto 77 salía a cortar un balón, algo que no consiguió, y no le dio tiempo a volver para cortar el pase a Kondogbia que acabaría con el segundo gol de los ches.

El brasileño tuvo luces y sombras a lo largo del partido ante el Valencia. Casemiro se sacrificó jugando en una posición que no es la suya para solventar los problemas del equipo, sin embargo, seguro que estará encantado de volver a su posición natural ante el Levante, en la próxima jornada de La Liga.

Casemiro tras la victoria del Real Madrid en Coruña by footbie.com