Javier G. Jorrín Rubén J. Lapetra

Al cierre del segundo trimestre del año el volumen de ahorro bruto de los hogares españoles y las sociedades sin ánimo de lucro superó los 2,05 billones de euros, según los datos del Banco de España. Esto es casi un 10% más que el máximo alcanzado antes de la crisis, cuando el activo de las familias alcanzó los 1,89 billones de euros. Estas cifras son brutas, esto es, no contabilizan las deudas, que restarían algo más de 1,26 billones de euros a la riqueza de los hogares.

Los españoles guardan actualmente en torno al 9,4% de su renta disponible, según los datos del INE. Estos niveles suponen normalizar ya la propensión al ahorro de los hogares, después de casi una década de distorsión, primero durante el desarrollo de la burbuja y, después, por su estallido.

¿Cómo invierten los españoles su ahorro? En líneas generales, mal. Esta es una de las eternas reivindicaciones del sector financiero, que falta cultura financiera como para gestionar bien el dinero, con lo que cuesta ganarlo… La mayor parte de los inversores españoles tienen un perfil muy conservador y dejan su ahorro en instrumentos de bajo riesgo y, por tanto, que ofrecen un potencial de rendimiento muy bajo.

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Por sexos, el perfil más conservador es el de las mujeres, según los datos del Observatorio del ahorro elaborado por Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones). Un 68% de las mujeres inversoras declaran tener un perfil conservador, por lo que destinan la mayor parte de su ahorro a depósitos y planes de pensiones.

En los hombres, el perfil conservador es menos común, del 55%, y el resto declaran tener un perfil moderado o dinámico. Dentro de este grupo, ahorradores también destinan una buena parte de su dinero a planes de pensiones y depósitos, pero con un porcentaje muy alto destinado a fondos de inversión: más del 40%. En definitiva, los hombres demuestran una tendencia mayor a asumir riesgo en sus inversiones.

En cuanto a los segmentos por edad se aprecia que los inversores más agresivos son los jóvenes de entre 18 y 25 años. En su caso, el primer atributo para decidir una inversión es la rentabilidad, por encima de la seguridad o de la confianza que despierta en ellos el producto de inversión y la entidad comercializadora.

Una característica que es común a los inversores con un perfil más arriesgado es que se informan sobre los productos financieros que contratan a través de Internet y un 35% afirman que contratan sus productos on line. Por su parte, los conservadores siguen empleando la oficina bancaria como primer canal y el 68% contratan así sus productos.

El porcentaje de ahorradores con un perfil conservador va aumentando con la edad: del 48,9% de los más jóvenes, pasa hasta el 66,8% en el colectivo que va de 46 a 65 años. Esta franja de edad, que encara ya la jubilación, se decanta por invertir su dinero en depósitos, un producto con una cierta liquidez, y en planes de pensiones, menos líquidos pero con un potencial de rentabilidad mayor.

A partir de los 65 años, el perfil mayoritario sigue siendo el conservador, pero en un porcentaje inferior. De hecho, hay un 356% de los inversores jubilados que declaran tener un perfil moderado o dinámico.

Ahorro contra ahorradores

El elevado perfil de los ahorradores conservadores contrasta claramente con el relativo riesgo que se extrae del total del ahorro español. En otras palabras, las decisiones más prudentes no se corresponden con los activos comprados. Por ejemplo, el 63% de los de los ahorradores tiene depósitos bancarios y el 47% tiene planes de pensiones, según Inverco, datos que coinciden con que el 20% del ahorro de los hogares españoles esté destinado a comprar acciones y participaciones y sólo un 22% se destine a fondos y pensiones.

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Estos datos reflejan que los inversores con mayor volumen de ahorro asumen también más riesgo, el que sería propio a una cartera bien diversificada. Sólo así se explica el volumen de deuda o acciones que tienen los hogares españoles directamente en estos productos con un riesgo elevado (la deuda, aunque pague un cupón fijo, tiene precio, oscila en el tiempo y puede dejar graves pérdidas).

¿De dónde eres y cuánto inviertes?

No es difícil acertar la procedencia del ahorro invertido en España. Casi seis de cada diez euros del patrimonio invertido en fondos de inversión proceden de Madrid, Cataluña o País Vasco. También son las economías más dinámicas, aunque en términos de población sólo representan el 35% los inversores españoles, según datos de Inverco.

Entre 2013 y 2014 se produjo un notable aumento de la despensa financiera en fondos, que pasó de 153.000 a 194.000 millones de euros en España, un 26% más. Casi 6,4 millones de personas en 2014 declararon poseer algún tipo de fondo de inversión.

Otro de los datos curiosos de este análisis autonómico sitúa a vascos, riojanos y aragoneses como los más preocupados por invertir su dinero: uno de cada tres tiene algún fondo de inversión. El patrimonio medio por partícipe en España se situó en los 30.000 euros. Sin embargo, tras esa media, se destapan algunas diferencias notables. Madrid lidera la clasificación con 44.000 euros por partícipe, seguida de Melilla (34.000) y Navarra (34.000)

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