Los impactos de extraordinarios han mermado los resultados de CaixaBank. El banco registró un beneficio atribuido de 1.266 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un 28,4% menos que en el mismo periodo del año pasado. La compañía achaca esa caída al efecto en sus cuentas del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) pactado con los sindicatos en el segundo trimestre, con un gasto de 978 millones de euros.

Sin tener en cuenta el impacto de este acuerdo laboral que supuso la salida de algo más de 2.000 trabajadores permitirá un ahorro de 200 millones anuales, el banco presidido por Jordi Gual y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar habría ganado 1.951 millones de euros, un 10,4% más, según ha comunicado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) este jueves.

La buena marcha de su evolución comercial, permitió que en su negocio bancario en estos nueve primeros meses, los ingresos llamados core lograran en el trimestre su nivel más alto en la historia de CaixaBank. Alcanzaron los 6.021 millones de euros en el año, un 2,9% más respecto al trimestre anterior.

Además, los gastos recurrentes descienden 1,3% en el trimestre tras las salidas indemnizadas de adhesión voluntaria, y el margen de intereses acumulado a septiembre, que refleja la evolución del negocio típicamente bancario, asciende a 3.720 millones, un 1,3% más respecto al mismo periodo de 2018, impactado principalmente por el incremento del volumen del crédito y los menores costes de financiación retail e institucional.

En cuanto al margen bruto, que mide la relación entre ingresos y costes financieros, cayó un 4,2% por el efecto de la no atribución de los resultados de Repsol y del banco angoleño BFA, mientras que sin considerar esta aportación en ambos ejercicios el margen bruto crecería un 1,2%.

Los ingresos por comisiones se situaron en 1.904 millones de euros, un 1,7 % menos respecto al mismo periodo de 2018, y dentro de esta partida las comisiones bancarias, valores y otros ascienden a 1.099 millones (-1,1%) en variación interanual.

En el negocio bancario y de seguros, el resultado de los primeros nueve meses de 2019 se sitúa en 787 millones, y el negocio de participaciones en su conjunto contribuye al grupo con un resultado de 307 millones.

Con todo esto, el ROTE hasta septiembre de la entidad llegó al 10,1%. Mientras, CaixaBank aumentó su volumen de negocio un 4,4%, hasta los 609.012 millones, y los recursos de clientes alcanzaron 381.136 millones, un 6,3% más.

Los activos bajo gestión también crecieron, hasta los 99.677 millones (+6,1%), y el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs  avanzó otro 4%, hasta 67.133 millones.

Según los datos del banco, la ratio de morosidad se redujo hasta septiembre hasta el 4,1% (-61 puntos básicos en 2019), y los saldos dudosos descendieron 1.242 millones en 2019 (-449 millones de euros en el trimestre), situándose en 9.953 millones.

La cartera de adjudicados netos disponibles para la venta en España asciende a 914 millones, tras unas ventas de inmuebles en 2019 de 354 millones de euros.

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