Quedan cinco días, con un fin de semana de por medio, para que el contenido de las circulares sobre el sector eléctrico que prepara la CNMC sea modificado. Al menos, a priori. El próximo martes, 1 de octubre, está previsto que el consejo del regulador adopte cuatro de las 13 circulares cuyos borradores ha presentado.

En este sentido, y después de varios meses de trabajo, ahora manda el calendario. Así lo transmiten desde la CNMC, que insiste en que se van a respetar las fechas de sus previsiones para sacar adelante la que se ha considerado una de las grandes reformas energéticas de los últimos años. No obstante, los cuatro textos que este martes protagonizarán la reunión no son cuatro cualquiera. Entre ellos está el más polémico, el de los recortes en las retribuciones -sobre todo, al gas-, que ha puesto en pie de guerra a estas compañías desde el principio.

En teoría, las circulares que se presenten la próxima semana al consejo ya han sido modificadas (o no) según las alegaciones recibidas, pero fuentes del sector consideran que en esa misma reunión podrían ponerse el foco sobre algunas faltas o aspectos sin atar. Esa es la esperanza de las gasistas, puesto que, en ese caso, podrían echarse para atrás y retrasarse así algunos días más su adopción. Tras este paso, los textos se remitirían al Consejo de Estado, quien después los devolvería a la CNMC, con el objetivo de que entren en vigor antes que termine el año.

En estos días, las gasistas siguen tratando de convencer al regulador, a través de diferentes reuniones, de que los recortes anunciados ponen "en riesgo" la estabilidad del sistema. Tanto es así que dos de las compañías más afectadas, Naturgy y Enagás, se han sentado con la CNMC en los últimos días, alegaciones bajo el brazo, para tratar de que maticen o suavicen las cifras anunciadas.

En este sentido, según ha podido confirmar este periódico, Enagás mantuvo una reunión este mismo martes con la sala de Regulación de la CNMC. El encuentro, que se celebró apenas una semana después del último, duró cerca de una hora, según fuentes conocedoras del mismo, y en él se trataron aspectos técnicos de los textos en los que la compañía que preside Antonio Llardén no está de acuerdo.

Oposición de los consejeros

Por su parte, Naturgy se sentó el pasado día 13 con el regulador, tan solo un día después de haberle lanzado su último órdago mandando a casa a 300 de los cerca de 1.000 empleados de su distribuidora de gas, Nedgia. Un claro pulso, comentan desde el sector, al organismo que preside José María Marín Quemada, que insiste en que su deber es sacar adelante las circulares antes del 31 de diciembre.

Con el reloj encima, las gasistas no pierden la esperanza de que el regulador recule y suavice las cifras, confiando en la oposición de algunos consejeros que haga que se modifiquen estos recortes. Queda, no obstante, poco margen de maniobra hasta entonces. Lo que ocurra en esa reunión será determinante.

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