Nuevo capítulo en la guerra del control por Euskaltel. Este martes la compañía anunció la incorporación a su Consejo de Administración de José Miguel García, ex CEO de Jazztel, y el hombre elegido por el fondo Zegona para pilotar la nueva etapa de la compañía en el caso de que fructifique su plan para asumir la gestión de la operadora.

García sustituye a Robert W. Samuelson, hasta ahora el consejero en representación de Zegona. Un movimiento que tiene dos lecturas: la primera es que el fondo británico da un nuevo paso en su plan para desembarcar en España con la marca Virgin y quedarse con la gestión de Euskaltel. Y la segunda, es que este nombramiento es una de las primeras muestras de entendimiento entre los accionistas históricos, Kutxabank y Abanca, y los británicos.

Las informaciones confirmadas por este diario indican que en las últimas semanas este grupo liderado por el presidente Alberto García Erauzkin ha intentado tender puentes con Zegona para enterrar el hacha de guerra, buscar un acuerdo y un pacto que posibilite un “aterrizaje suave” de los británicos y compartir el control de la operadora. 

Alberto García Erauzkin, presidente de Euskaltel.

Quinto operador con despliegue escalonado

El equipo de García Erauzkin y del CEO Francisco Arteche asume que el desembarco de Zegona es inevitable y que, en el medio plazo, lanzarán el asalto a la compañía. El pasado 9 de abril, el fondo británico comunicó a la CNNV que controlaba ya el 20,945% del capital de la teleco vasca, esto es casi cuatro puntos más que su última notificación conocida semanas antes.

El fondo británico daba un golpe sobre la mesa ya que, además, superaba a Kutxabank, que era hasta ahora el que ostentaba el mayor porcentaje del accionariado y que se quedó con un 19,8%. Este periódico también confirmó que Zegona busca acuerdos con otras compañías y que solo es cuestión de tiempo que aflore más capital e intente formar su propio equipo gestor.

Por ello, los actuales directivos de Euskaltel buscan el menor impacto posible ofreciendo un desembarco escalonado y una gestión compartida. El principal argumento es que el plan estratégico se ha acelerado desde los rumores de toma de control de Zegona y que cumplen buena parte de los planes del fondo.

José Miguel García, nuevo miembro del consejo de administración de Euskaltel.

Plan de negocios y ralentización del sector

De hecho, la histórica demanda del fondo británico ha sido la timidez de los gestores para convertir a Euskaltel en el quinto operador a nivel nacional, algo que se está cumpliendo aunque no con el nivel de agresividad que pide Zegona.

En los últimos seis meses Euskaltel ha anunciado despliegue propio en Navarra, León, Cantabria, La Rioja y Cataluña (junto a RACC), además de despliegue en tiendas de MediaMarkt en toda España con la red de fibra de Orange y sus instaladores. Es verdad que no es el desembarco agresivo de Virgin en toda España al que aspira Zegona, pero es un “gran avance”, dicen fuentes cercanas a Euskaltel.  

De hecho, el ofrecimiento de compartir gestión pasa por una ejecución ordenada del actual plan de negocios y de una transición suave que no impacte demasiado en las cuentas del grupo. Un plan de expansión escalonada aseguraría estabilidad financiera en un momento en que el sector y Euskaltel muestran síntomas de estancamiento. Euskaltel facturó 171,7 millones de euros en el primer trimestre del año, un 2,8% menos; y su ebitda llegó a los 81,1 millones, un 3,7% menos.

Zegona se muestra menos agresivo

En esta línea de buscar acuerdos, dentro de Euskaltel se considera que es una buena noticia el desembarco de García. Es el hombre que Zegona quiere poner a dirigir la operadora, pero también es verdad que, después de casi nueve meses, el fondo vuelve a tener representación real en el consejo.

Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL indican que, desde noviembre, el anterior consejero Samuelson, no tenía ninguna comunicación con el resto del Consejo ni con el equipo gestor. Por tanto, con el desembarco de García vuelve la interlocución directa con Zegona para encontrar puntos de encuentro.

Con todo, quienes han seguido de cerca todo este proceso indican que el fondo británico ha bajado su gran nivel de agresividad que mantuvo hace unos meses y que ahora se muestra más predispuesto a buscar acuerdos. Aunque lo cierto es que sigue sin mostrar totalmente sus cartas y no da señales respecto de los pasos que seguirá en el futuro. Todo sigue abierto.