El coste neto total de prestar el servicio universal de telecomunicaciones en 2016, del que se encargó Telefónica, alcanzó los 16,79 millones de euros, lo que supone un 2,2% menos en comparación con los 17,17 millones de euros del año precedente, según ha informado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en un comunicado.

En concreto, el organismo detalla que, tal y como adelantó en diciembre, del importe total, 4,52 millones de euros corresponde a las cabinas, cifra que más que duplica los 2,07 millones de euros que costó la prestación de este servicio en 2015 y muy superior a los 400.000 euros de 2012.

Por su parte, el resto del servicio universal excluyendo las cabinas mantiene la tendencia descendente de los últimos años y se situó en 2016 en los 12,27 millones de euros, un 18,7% menos que los 15,1 millones de euros de 2015 y un 41,7% menos que los 21,03 millones de euros de 2012.

En concreto, el organismo calcula que el coste de prestar el servicio universal en zonas no rentables en 2016 fue de 13,8 millones de euros, mientras que el coste asociado a los usuarios con tarifas especiales y a los usuarios con discapacidad fue de 5,86 millones y 13.804 euros, respectivamente.

En cuanto a los beneficios no monetarios que les supone a las empresas ofrecer los distintos componentes del servicio universal telefónico a los ciudadanos, la CNMC ha estimado que en 2016 ascendieron a 7,48 millones de euros.

Telefónica es el operador obligado en el ejercicio 2016 a la prestación de los servicios integrantes del servicio universal de telecomunicaciones, consistentes en el suministro de la conexión a la red pública de comunicaciones electrónicas, la prestación del servicio telefónico disponible al público y tarifas especiales para usuarios con discapacidad o con necesidades sociales especiales.