Después de muchas protestas, el ministerio de Fomento ha decidido rebajar el precio del peaje de las 9 autopistas que quebraron durante la crisis y posteriormente fueron rescatadas por el Estado. El titular de la cartera, José Luis Ábalos, anunció una reducción del 30% en el precio de un conjunto de carreteras que suponen el 20% de la red de pago. 

    Esta rebaja, según Ábalos, "generará un aumento del tráfico y permitirá aumentar los ingresos, mejorar la movilidad y aprovechar mejor estas infraestructuras". Sin embargo, la rebaja no supondrá un gran alivio para el bolsillo de los españoles porque solo dos de estas autopistas tienen uno de los peajes más caros de nuestro país. Se trata del de la AP-36, que une Ocaña con La Roda, y el tramo de la AP-7 que une Cartagena y Vera.

    De esta forma, hay otras muchas autopistas en las que los conductores no se librarán de pagar un dineral si se circula por ellas. 

  • 1 de 10

    La AP-66, entre Campomanes y León

    La AP-66 es una de las 10 autopistas más caras de España. Este tramo de peaje de 78 km, forma parte de la Ruta de la Plata y une los municipios de Campomanes (Asturias) con León. Cuesta 13,15 euros.

    Su apertura al tráfico data de 1997 y su concesión pertenece -desde el primer momento- a Aucalsa (Autopista Concesionaria Astur-Leonesa, S.A.). En un inicio, este peaje tenía vigencia hasta el año 2021 pero en 2002 se prorrogó hasta octubre de 2050.

    La complicada orografía de los valles que atraviesa y las difíciles condiciones climatológicas de la zona, especialmente en invierno, elevan ostensiblemente sus costes de mantenimiento y hacen que su peaje esté entre los más caros de España. Sin embargo, esos altos precios no se contagian a las buenas condiciones de la carretera. Además, el tunel de Pando, de 1,5km de longitud, es uno de los más peligrosos de Europa según el Programa Europeo de Evaluación de Túneles. 

  • 2 de 10

    La AP-7, entre Málaga y Estepona

    El siguiente peaje corresponde a un tramo de otra de las autopistas más largas de España. Se trata a la conocida autopista del Mediterráneo, que une Francia con Algeciras. Esta vía combina tramos de peaje con zonas libres determinados en Real Decreto el 27 de diciembre. La concesión del tramo que une Málaga con Estepona está en manos de Ausol hasta 2046 y los viajeros que opten por atravesar el peaje deben pagar entre 7,75 y 12,60 euros en función de la época del año. 

    Asimismo, en los meses de verano, es más caro que en invierno, donde las cifras de tráfico están en su valor más bajo. 

  • 3 de 10

    La AP-7, entre Cartagena y Vera

    Este peaje está situado en el tramo de la misma autopista que une Cartagena y Vera. Concretamente, su precio oscila entre 4,85 y 14,15 en función del momento del día en que se circule por la vía y tiene la concesión la empresa pública SEITT. Y es que, esta es una de las autopistas que rescató el Estado y en la que se rebajará un 30% el precio.

    Este último tramo, inaugurado en marzo de 2007, ha sido calificado como la "la autopista fantasma" debido a su escaso tráfico. Esa escasez se debe a que los conductores pueden circular por la N-332 de forma gratuita y la diferencia de hacerlo por una vía u otra es de apenas 20 minutos. 

  • 4 de 10

    La AP-8, entre Bilbao y Behavia

    La siguiente más cara es la AP-8, también conocida como Autopista del Cantábrico. Circular por ella cuesta 13,42 euros. Empieza en en denominado "Puente Internacional de Biriatou", en Irún, y se extiende a lo largo del País Vasco hasta terminar en Bilbao, donde enlaza con la AP-68. A partir de ahí, se designa Autovía del Cantábrico. 

    Esta autopista se construyó en la década de los 70 como la primera fase de la Autovía del Cantábrico. Su conservación, explotación y mantenimiento se divide en dos tramos que gestionan dos sociedades públicas. En Vizcaya se encarga la sociedad pública Interbiank y en Guipúzcoa la agencia guipuzcoana de infraestructuras, Bidegi. A partir de Bilbao, la autopista pasa a denominarse A-8 (no tiene peaje) y continúa hacia Galicia.

  • 5 de 10

    La AP-7, entre Tarragona y Valencia

    Dicen que no hay dos sin tres, y en la AP-7 ocurre lo mismo. Hay otro tramo de esta autopista que se encuentra entre los más caros de España. Se trata del que une Tarragona con Valencia, cuya titularidad pertenece a Abertis.

    Circular por este tramo cuesta 26,15 euros. Esta pronto desaparecerá de la lista porque la concesión termina en diciembre de 2019 y el gobierno no tiene previsto renovarla. Una noticia ante la que cargó la patronal de concesionarias alertando de que el fin de la concesión supondrá un gasto inasumible.

    Esta es una de las autopistas menos rentables, según reclamó la concesionaria AUMSA al gobierno en 2011. Y es que, según ella, esa baja rentabilidad era provocada por las alternativas gratuitas. 

  • 6 de 10

    La AP-36, entre Ocaña y La Roda

    He aquí otra autopista rescatada por el Estado y que está entre las 10 más caras de España. Se trata de la AP-36, también conocida como autopista Madrid-Levante, que une las localidades de Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete) y cuesta entre 15,70 y 13,55 en función de cuando se transite por ella.

    Esta autopista se construyó como solución a los atascos de la A-3, pero la idea no tuvo éxito. Muestra de ello es que este año tuvo que ser rescatada por el Estado. 

    La AP-36 se abrió al tráfico el 27 de julio de 2006 y tiene una longitud de 150 km, de los cuales 119 son de pago. 

    Esta autopista fue una concesión del estado a una sociedad en la que participaban Cintra, Itínere, Budimex y Kutxa, aunque posteriormente pasó a manos de Ciralsa y Aucosa. La concesión tenía una duración de 36 años con posibilidad de prorrogarse entre 1 y 4 años en función de diversos parámetros.

  • 7 de 10

    La AP-7 entre Barcelona y La Jonquera

    Vuelve a haber otro tramo de la AP-7 entre los peajes más caros de España. En este caso se trata del tramo que une Barcelona con La Jonquera, cuyo peaje cuesta 14,45 euros.

    La concesión de este tramo corresponde a Abertis (antes ACESA) y tiene como fecha final de concesión agosto de 2021. Este tramo es uno de los más rentables, por lo que se ha estudiado una prórroga de 20 años en la concesión. Sin embargo, una moción del Congreso de los Diputados no lo aprobó. 

  • 8 de 10

    La AP-9, entre Ferrol y Tui

    La AP-9, también conocida como Autopista del Atlántico, es una vía que cruza Galicia de norte a sur. Comunica la ciudad de Ferrol con Tuy, en la frontera con Portugal, y los distintos peajes que se cruzan a lo largo de ella cuestan una suma de 20,40 euros

    La construcción de esta autopista supuso una inversión de 1.428 millones de euros y fue concedida por el Estado a Autopistas del Atlántico (C.E.S.A.), aunque ahora pertenece a Sacyr Vallehermoso. La concesión de esta se amplió hasta agosto de 2018, una decisión que se tomó en el año 2000 a cambio de prolongar la autopista desde Fene hasta Ferrol, la construcción del intercambiador de Rebullón y el tramo de enlace desde Rande con gratuidad para ambos tramos. 

  • 9 de 10

    La AP-2, entre Zaragoza y El Mediterráneo

    La AP-2 o autopista Zaragoza-Mediterráneo une las ciudad aragonesa con Barcelona y Tarragona. La autopista se construyó entre 1969 y 1977 y constituye un corredor importante entre Madrid, el País Vasco y Cataluña. 

    Su concesión está en manos de Acesa, filial de Abertis, y tiene como fecha final de la concesión agosto de 2021. Y no se renovará. Tampoco se aumentarán las tarifas en ella durante el tiempo que queda hasta el fin de la concesión.  

    Circular por esta autopista de peaje cuesta 24,15 euros.

  • 10 de 10

    La AP-68, entre Bilbao y Zaragoza

    La AP-68, la autopista Vasco-Aragonesa o Autopista del Ebro, une las ciudades de Bilbao y Zaragoza. Mide 295 km y es la más cara de España ya que los vehículos que circulan por ella se dejan 32,3 euros en peaje. 

    La empresa propietaria de la concesión es Avasa (Abertis) y caduca en 2026, una fecha que se prorrogó en el año 2000 porque la concesión de esta vencía en 2011. Sin embargo, esta prórroga permitió abaratar los peajes. Y es que, esta fue la condición para ampliar el plazo.