El turismo español cerraba el año pasado con la llegada de 81,8 millones de turistas. Se firmaba así un nuevo año de récord, y la intención para el presente curso era la de seguir superando las cifras del año anterior. Sin embargo, este 2018 empieza a dejar claro que -aunque las cifras siguen siendo muy positivas- el sector ha tocado o está a punto de tocar techo.

Muestra de ese frenazo que empieza a detectarse son los datos de llegada de turistas extranjeros durante el mes de julio, en el que recibimos a 9,97 millones de viajeros, lo que supone una caída del 4,9% del año anterior. Es cierto que en términos interanuales, y sumando los siete primeros meses del año, el número de turistas sube un tímido 0,3% hasta algo más de 47 millones, pero la preocupación dentro de las empresas turísticas ya se deja sentir.

La mayor parte del turismo llega a seis Comunidades: Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Valencia y Madrid. Sólo en esta última se comprueba un aumento de turistas del 6,7%; en el resto han caído los visitantes durante julio. Y ojo, porque en el caso de Cataluña, Canarias y Baleares (los tres destinos más potentes) también pierden terreno en términos acumulados del año.

Desde el Gobierno restan importancia a la situación y aseguran que se trata de un proceso de normalización. Así lo decía este lunes la ministra del ramo, Reyes Maroto, quien aseguraba que se trata de una “normalización” de los flujos turísticos. O lo que es lo mismo, que no se puede vivir año tras año a golpe de récord, algo que venía ocurriendo desde el año 2010 cuando llegaron a España algo más de 52 millones de turistas.

Variación en la llegada de turistas extranjeros a España en el último año.

Para Maroto, lo que debe hacerse a partir de ahora es la apuesta por un turismo “más sostenible que permita mejorar la experiencia, aumentar el gasto turístico y la estancia media”, mucho más allá del número de personas que vengan hasta nuestro país. Algo en lo que coinciden buena parte de los expertos quienes también piden hacer análisis de los errores que se han cometido.

“Conviene mirar qué se ha hecho mal”, dice el presidente de la Asociación de Expertos en Empresas Turísticas, Domènec Biosca, quien recuerda las huelgas del Taxi que se vivieron en julio, las cruces y los lazos amarillos en las playas de la costa catalana, las huelgas aeroportuarias, etc. “Son imágenes que corren como la pólvora”, y que hacen que la gente se plantee si elegir España como destino.

Es cierto que durante el mes de julio irlandeses (-12%) y franceses (-11,4%) son los que han registrado una mayor caída; sin embargo, si se miran los datos en términos acumulados y comparando con el año anterior, son los alemanes (-5,8%), ingleses (-2,8%) y franceses (-1,7%) los que más han decidido cambiar de destino. ¿Por qué? Pues porque muchos de los turistas que venían desde allí han vuelto a sus ‘lugares naturales’, es decir, países como Turquía, Egipto y otros países del arco Mediterráneo en los que hasta ahora la situación política no invitaba a viajar.

El mejor ejemplo es el de Turquía, explica Biosca. “Los hoteles han mejorado mucho, además las empresas turísticas y las aerolíneas han recibido grandes apoyos del Gobierno”, lo que está generando una fuerte competencia hacia nuestro país. Por si fuera poco, la depreciación de la lira en los últimos meses también ha hecho que los precios del destino se hayan abaratado.

Desestacionalizar el destino España

Precisamente, el factor precio, es otro de los que influyen en la caída de los turistas extranjeros. La consultora STR asegura que los precios de las habitaciones de hotel en España han llegado a máximos, con 114 euros; muy lejos de los precios que puede haber en destinos como Turquía o Egipto. Y es que, para Biosca, la oferta española “se ha encarecido pero no ha mejorado la calidad de los destinos”.

“Nadie se muere de éxito, se muere de errores y hay que trabajar en corregirlos”, sentencia el experto. Algo en lo que coincide también la patronal madrileña, CEIM, desde donde reclaman medidas urgentes que ayuden a buscar un turismo de alta calidad en nuevos mercados.

No hay que olvidar que Francia, Alemania y Reino Unido suponen cerca del 90% de los extranjeros que llegan a España, y por ello desde CEIM solicitan campañas específicas en Rusia, Oriente Medio o América Latina. “Estos mercados emisores presentan los mayores incrementos en gasto turístico y las previsiones de crecimiento para los próximos años superan a los esperados por los mercados europeos. Además, ayudarán a desestacionalizar el destino (España), contribuyendo a incrementar el empleo indefinido en el sector”, sentencia el comunicado.