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Como él mismo reconoce, no es su competencia, pero el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha decidido tomar partido en la polémica por la participación del equipo Israel Premier Tech en La Vuelta a España. Y lo ha hecho con contundencia, mostrándose partidario de su expulsión.

Así lo ha defendido en una entrevista este jueves con RNE en la que ha considerado que el veto al equipo es una forma de mandar un mensaje a Israel, igual que el enviado a Rusia tras comenzar la invasión de Ucrania.

En opinión de Albares, no se puede continuar "como si no pasara nada" con las competiciones deportivas.

Sin embargo, ha reconocido que la decisión de expulsar al equipo ciclista israelí no le corresponde al Gobierno, sino a la Unión Ciclista Internacional (UCI), del mismo modo que el Ejecutivo tampoco ha tenido "nada que decir en la participación".

"Lo comprendo y yo sí sería partidario de ello", ha respondido con contundencia al ser preguntado acerca de si él expulsaría al equipo israelí.

La presencia del Israel Premier Tech, ha generado una ola de protestas en el recorrido de La Vuelta, una carrera que en 2018 comenzó, precisamente, en el país asiático.

El equipo, fue fundado por el exciclista Ran Margaliot y el empresario Ron Baron, pero se instaló en la polémica cuando Sylvan Adams -empresario, filántropo y amigo personal del primer ministro Benjamin Netanyahu- se unió a la directiva. 

Albares ha justificado su postura en contra de la participación del equipo en la necesidad de hacer ver a Israel que su relación con el mundo no puede seguir con normalidad "como si nada ocurriera".

Manifestantes en favor de Palestina exhiben banderas en la llegada de La Vuelta de este jueves. EFE

Así pues, siempre según el ministro, con la expulsón del equipo se enviaría un "mensaje" similar al que recibió Rusia después de la invasión de Ucrania: no pueden continuar en las "competiciones deportivas como si nada pasara".

"Yo soy partidario de hacer todo lo que esté en nuestra mano para poner fin a esta guerra", ha agregado.

Las peores escenas de las protestas contra la participación del equipo se vivieron este miércoles, en Bilbao, tras las vallas de los metros finales de la undécima etapa. En esa zona, los ciclistas pueden superar los 70 kilómetros por hora sobre los 25 milímetros de anchura de sus neumáticos.

Al paso del pelotón, echaron abajo las barreras y la organización tuvo que paralizar la carrera y decretar que el final se había producido 3 kilómetros antes. Tomaron los tiempos en ese punto, que sirvieron para la clasificación general, pero no hubo ganador de la etapa.

No era la primera ocasión en que las protestas eran parte de la carrera. El día de la contrarreloj por equipos de Figueres, los activistas interrumpieron la marcha del equipo en plena etapa. El pasado martes en Lumbier un grupo de activistas estuvo a punto de provocar alguna caída.

Esas protestas, las mismas que paralizaron la undécima etapa de La Vuelta y pusieron en riesgo la integridad de los ciclistas, no han sorprendido a Albares, según afirmó en RNE. 

Tampoco lo hizo el número de españoles que se han sumado a la flotilla que partió de Barcelona y que pretende llegar a Gaza para romper el bloqueo israelí sobre la Franja, porque, en su opinión, la española es "una sociedad enormemente solidaria y que se pone del lado del civil que está desprotegido" y de los gazatíes que están muriendo "por las bombas y el hambre".

En la línea de meta de la etapa de hoy, la duodécima con final en la localidad cántabra de Los Corrales de Buelna, de nuevo un grupo de manifestantes se ha congregado con banderas palestinas.

Hasta allí se ha desplazado el delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, que se ha hecho una foto con ellos y ha expresado en la red social X su respaldo.

El ciclista del equipo israelí mejor ubicado en la clasificación es el estadounidense Matthew Riccitello, en undécima posición. Le siguen el italiano Marco Frigo, el checo Jan Hirt, el canadiense Pier-André Côté, los británicos Jake Stewart e Ethan Vernon.

El único israelí del equipo es Nadav Raisberg, en el puesto 109.

Su director deportivo es el español Óscar Guerrero, en el equipo israelí desde 2017. Los focos se han volcado tanto sobre su coche que, según ha reconocido, ha "normalizado" que le llamen asesino".

Nada ha parado las protestas.

Rechaza romper relaciones

Por otra parte, al ser preguntado Albares por los llamamientos al Gobierno a que rompa relaciones con Israel o retire a la embajadora en Tel Aviv, ha dicho que el Gobierno no descarta "ninguna medida" en lo que se refiere a sanciones.

Pero ha aclarado que la ruptura de relaciones solo se hace en ocasiones excepcionales -España lo hizo solo con Guatemala- y la retirada del embajador no se ha hecho tampoco en el caso de Rusia.

"No he retirado al embajador en Moscú ni tampoco he expulsado al embajador ruso de Madrid porque sé que al final, para alcanzar una paz, Rusia tendrá que sentarse a la mesa", ha esgrimido, incidiendo en que dado que España apuesta por la solución de dos estados, eso incluye a Israel.

Así pues, ha añadido, "hay medidas en estos momentos mucho más eficaces".

En cuanto a adoptar sanciones contra personas, ha recordado que España ya ha sancionado a "colonos violentos" y va "a seguir incrementando esa lista a todo aquel que quiera malograr la solución de dos estados".

No obstante, no se ha pronunciado sobre las peticiones de Sumar de que se declare persona non grata al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y varios de sus ministros.