En la salida de la undécima etapa de La Vuelta desde la explanada de San Mamés, un grupo de activistas que protestaba por la presencia del Israel Premier Tech detuvo momentáneamente la carrera, obligando a los responsables de la prueba a bajar de sus coches para disolver la concentración.
Tras unos cinco minutos la vía quedó libre y el pelotón reanudó el recorrido sin que la incidencia afectara al resultado deportivo, porque ocurrió cerca del final del tramo neutralizado.
Previamente, delegados de los equipos, representantes sindicales y organizadores mantuvieron una reunión para abordar la posible retirada del equipo israelí y garantizar la seguridad ante las protestas de apoyo a Palestina.
Colectivos locales anunciaron más concentraciones a lo largo del trazado en protesta por la situación en Gaza.
En jornadas recientes se han producido movilizaciones similares. En Navarra, dos manifestantes saltaron a la calzada en Lumbier provocando solo la caída leve de un corredor.
En la contrarreloj por equipos cerca de Figueres, otro corte obligó a frenar al equipo afectado sin consecuencias graves.
La dirección de La Vuelta ha anunciado que valorará acciones legales por incidentes que, en su opinión, han sobrepasado los límites de la protesta pacífica y preservar el orden.
El lehendakari, Imanol Pradales, señaló que debido a la situación en Gaza y la "indignación" que produce en la sociedad vasca es "entendible" que haya protestas por la participación del equipo Israel en La Vuelta, pero ha remarcado que se "puede protestar sin perder el respeto".
Pradales diijo en una entrevista en Euskadi Irratia que la sociedad vasca "siempre ha tenido solidaridad con Palestina" pero hay que demostrar "respeto a una fiesta de deporte como es La Vuelta".
"La presión hay que plantearla desde las naciones y, especialmente desde la Unión Europa, y desde ahí conseguir una sola voz" para poner un límite a la "brutalidad" en Gaza.
Sus palabras siguen la línea de la María Chivite, presidenta foral de Navarra, declaró que hay que "compartir y respetar las reivindicaciones en lo que tiene que ver con Palestina" ante el "genocidio" al que se asiste diariamente.
El mayor boicot deportivo
La Vuelta 2025 está siendo el escenario de la mayor campaña de boicot deportivo contra Israel vista hasta la fecha en Europa, con múltiples protestas coordinadas contra la participación del equipo Israel-Premier Tech que han trascendido lo estrictamente deportivo.
El equipo Israel-Premier Tech fue fundado en 2015 por el millonario canadiense-israelí Sylvan Adams, cercano al primer ministro Benjamin Netanyahu. Comenzó como equipo Continental y ascendió a la máxima categoría UCI WorldTeam en 2020, convirtiéndose en el primer equipo profesional israelí de la historia.
Según los activistas, el equipo forma parte de una estrategia de sportswashing para proyectar una imagen positiva de Israel a través del deporte, contrastando con la situación en Gaza y Cisjordania.
El concepto sportswashing se refiere al uso de eventos deportivos para mejorar la reputación internacional de países con historiales controvertidos en derechos humanos.
