La noche comenzó con cinco aprendices, pero solo cuatro estaban destinados a pasar a la final de Maestros de la Costura, y lo consiguieron Begoña, Joshua, Margarita y David, quienes competirán la semana que viene para lograr el ansiado maniquí de oro y 50.000 euros en metálico.
En el programa, Caprile (52 años) no pudo evitar las lágrimas y Joshua celebró su paso a la final con un striptease, un hecho al que ya tiene acostumbrados a los miembros del jurado y a los espectadores.
El lujo y la moda medieval fueron los ejes sobre los que en este espacio se hizo la selección natural de aprendices, que pasaron a la prueba de expulsión para jugarse su paso a la final.
Los concursantes hicieron su aparición con sonrisas, no exentas de nervios. David, orgulloso de lucir de nuevo un Palomo Spain (27) y decidido a seguir aprendiendo.
Margarita reconoció que llegados a este punto, no había rival pequeño, y aseguró que le impresiona haber llegado a las puertas de la final.
Joshua confesó que nunca pensaba llegar a las puertas de la final, y el miedo a arriesgar no le permitió lucirse en la primera prueba, que estaba vinculada a la confección de prendas de lujo.
"El lujo es un termino muy subjetivo", explicó Lorenzo Caprile, un término relacionado con el buen hacer, la calidad y la exclusividad.
Las directrices de Diego Villalba, de Alfredo Villalba Atelier y el consejo de la influencer Alexandra Pereira, pionera en los blogs de moda y creadora de la firma Lovely Pepa Collection, ayudaron a los aprendices a cuidar los detalles de sus creaciones, en una prueba de la que Begoña salió victoriosa.
En exteriores, los aprendices vivieron su particular regreso al pasado al tener que confeccionar, en el Parador Nacional de Turismo de Sigüenza (Guadalajara), dos trajes medievales, como si estuvieran en la corte de Castilla del siglo XII, bajo la supervisión de la diseñadora gallega Arantza Vilas, encargada del vestuario de la serie Juego de Tronos.
Un momento en el que la tensión se desbordó entre Brava y David. Manos temblorosas sobre las telas, pinchazos con la aguja e indecisiones que llevaron a la prueba de expulsión al equipo formado por Margarita, Brava y David.
"Este es mi momento", manifestó sin poder reprimir las carcajadas Begoña cuando escuchó que pasaba a la final. La aprendiz sintió una gran "sensación de libertad, de entusiasmo... Hay que venir para sentirlo".
Joshua ha sido el segundo finalista de la tercera edición de Maestros de la Costura, un aprendiz que a su llegada al programa confesó que se había presentado a las dos ediciones anteriores y fue rechazado. "Maestros me ha hecho sentirme más seguro".
La emoción que sentía el concursante al explicar su periplo para entrar en el talent hizo que Caprile se emocionara hasta las lágrimas. "Que una persona luche, que persiga sus sueños me emociona, porque si no tenemos amor por el oficio, si no tenemos cariño hacia lo que hacemos la prenda lo absorbe".
En ese momento, Joshua y Begoña abrazaron al jurado casi al borde del llanto. "Cuando veo a Caprile llorar siento que es una persona que ha nacido para la costura, que sueña, la vive y se emociona con ella", dijo Begoña.
La prueba de expulsión descabalgó a Brava del concurso. La aprendiz reconoció que llegar a la semifinal le había supuesto un "redescubrimiento" de sí misma con el que estaba "sorprendida". "Soy una Brava diferente y una Andrea diferente. Entre sola, y ahora ya no estoy sola".
La concursante se despidió de los jueces con un: "Gracias, gracias, gracias, por el pistoletazo de salida". "Esto ha sido una separación para la guerra que viene ahora", dijo la aprendiz con su habitual espíritu batallador.
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