Alina Varela
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Un año más, la ceremonia de entrega de los Premios Goya 2025 nos ha regalado instantes -e imágenes- para el recuerdo. El Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada, donde se ha celebrado la gala, no solo ha acogido un auténtico desfile de looks de infarto en la alfombra roja. También ha habido risas, llantos, bromas... y hasta pullitas. A continuación hacemos un recorrido por los momentazos de la velada.

Maribel Verdú y Aitana Sánchez-Gijón en los Premios Goya 2025. GTRES

1. Maribel Verdú: lágrimas y beso sorpresa

El Goya de Honor, un reconocimiento a toda una vida de dedicación a la industria del cine, ha recaído en Aitana Sánchez-Gijón (56). La intérprete y expresidenta de la Academia de Cine recibió la estatuilla de manos de su amiga, Maribel Verdú (54), quien no ha podido evitar las lágrimas. 

"Te quiero porque eres luz y talento. Te quiero porque eres la compañera perfecta, cómplice y leal... porque cuando sale la gansa que llevas dentro no puedo dejar de reír contigo", le ha dicho, visiblemente rota. En su emotivo mensaje, le ha recordado el enorme afecto y admiración que siente hacia ella: "Este para mí no es un Goya de honor, es un Goya de amor".

Eso sí, el gran momento de la noche ha tenido lugar cuando Maribel y Aitana se han dado un beso (en la boca) en el momento de la entrega del Goya de Honor.

Richard Gere y su mujer, Alejandra Silva. Cristina Villarino

2. Los "nervios" de Richard Gere 

Richard Gere (75) ha sido otro de los grandes protagonistas de la noche. Curiosamente, a pesar de su fama a nivel internacional, a su llegada a la alfombra roja reconocía estar nervioso: "Estoy muy emocionado. Todo es muy emocionante y nosotros llevamos una vida muy tranquila. Toda esta emoción nos pone nerviosos. Pero esto es, por supuesto, algo increíble y estamos muy orgullosos de estar aquí".

A su lado, su mujer, Alejandra Silva (41), transmitía también sus sentimientos: "Estoy muy orgullosa de mi marido. Es un sueño hecho realidad estar en España, como familia, recibiendo un Goya. 

"Se trata de un aliento maravilloso. Estos premios a la trayectoria profesional siempre pienso que son un poco prematuros porque aún me queda mucho por hacer. Yo no soy tonto. Sé por qué me han dado este premio. Es porque me he casado con esta hermosa mujer de Galicia". Son algunas de las palabras del estadounidense en su discurso tras recoger la estatuilla. Para entonces había logrado ya mantener a raya sus nervios.