"A mi la Nochebuena no me gusta porque cada vez hay menos gente en la mesa y eso me entristece”, confiesa Terelu, la mediana de las Campos, que en esta segunda parte del reality acentúa aún más sus defectos por encima de sus virtudes. Uno no tiene muy claro si es una 'pija' o una 'choni', o más bien una mezcla de ambas.

El reality es tan real que Terelu confiesa a los espectadores que nunca ha viajado en autobús, no sabe cuánto cuesta el billete y, peor aún, se jacta de ello, como si fuera gracioso no saber moverse en transporte público y estar tan desconectada de la realidad. Se escuda en el expresidente Zapatero cuando dijo: "Tampoco sé lo que cuesta un café [en la cafetería del Congreso] porque nunca tomo".

Carmen Borrego (izqda), el alcalde de Torrejón de Ardoz, María Teresa Campos y Terelu durante el encendido navideño Gtres

Lleva a gala lo de ser una consumista; es la única de la familia que contrata una empresa para que le coloquen el árbol de Navidad y se lo desmonten del salón tras las fiestas. Compra décimos de lotería compulsivamente cuando ve los números y tiene corazonadas. Sigue con el plan de engordar “progresivamente”-y no en navidades- como dice ella. En el 70% de los planos que tiene la primera entrega de esta segunda temporada sale comiendo algo; queso blanco, galletas, cigalas, tortilla de patatas, jamón serrano… Intenta mostrar su lado solidario con los más pequeños pero ni con eso logra convencernos, ya que cuando le tocan la fibra sensible con la carta de un niño, sale huyendo porque se le ponen los pelos de punta. Tampoco tiene paciencia ni espíritu navideño para hacerse fotos ni sonreír a los fans que la quieren saludar en pleno centro de Madrid.



Su relación con 'Bigote' Arrocet, el novio de su madre, deja mucho que desear. Su cara cuando su madre y él anuncian que en seis meses se van a vivir a Chile, es un poema. Qué decir si en lugar de eso hubieran anunciado la boda: Terelu se hubiera desmayado. El anuncio es la inocentada que la periodista y el humorista gastan a su familia y amigos. Un cebo con el que la cadena ha promocionado estos días el programa con ingenio. A Carmen tampoco le cae bien el novio de su madre. El humorista no ha conseguido conquistar a las hijas de la veterana periodista, tal y como queda en evidencia durante el programa en diferentes situaciones.

El chileno se jacta de no regalar cuando todo el mundo lo hace. Él prefiere otro día cualquiera a la noche de Reyes, pero María Teresa es muy generosa con todo el mundo y especialmente con su “príncipe” o “Edmun” como le llama a veces, y quiere regalo. Por si no le ha quedado claro, ya está Carmen para aclararle con cara de pocos amigos que con su madre tendrá que hacer una excepción.



La hija mayor de María Teresa demuestra ser la más normal y natural de las tres. No exhibe un casoplón, como su madre y su hermana, es la única que cocina sola y aunque las quiere mucho no se calla sus defectos y piensa pasar la Nochevieja con su marido, aunque su hermana intente hacerle chantaje emocional. Tampoco se enfada porque no sea tan popular como su hermana y su madre y no vendan su caganer en la Plaza Mayor. Terelu sí tiene y se lo compra por 30 euros y le regala a su madre el suyo. Dice mucho de su personalidad el momento en el que los descubre en el puesto navideño e incluso intenta regatear con el vendedor.



Terelu pasará el fin de año sin su familia, pero no olvidará sacar su lado más supersticioso. No tiene reparos en detallar que se coloca las bragas rojas de la suerte en la muñeca, que toma las uvas y que también lleva lentejas en una mano. No le falta algo de madera, levanta el pie derecho para brindar y coloca un anillo bueno en la copa de cava. No confiesa si pedirá al 2017 un novio. Terelu está enfadada con el mundo y con los que tienen pareja y son felices. Su madre bromea con ella y le pregunta si quiere una porra y ella muy fina le responde: “Eso tú que ya la tienes todas las noches”. Terelu en estado puro.

María Teresa con sus dos amigas de compras durante el reality Gtres

La que mejor parada sale en esta primera entrega de la segunda temporada es la matriarca. No tienen desperdicio sus dos amigas, muy metidas en el papel, que aportan humor a algunas escenas como el reparto de papeles en el amigo invisible o la tarde de compras en las que intentan emular a las protagonistas de Sexo en Nueva York.

Hay cuatro capítulos más grabados a los que la cadena no ha puesto fecha de emisión todavía. La gente es cotilla por naturaleza y Las Campos tienen tirón mediático. Ojo que cuanto más naturales salen, más rechazo pueden causar en el público. Y por supuesto aún están a años luz de las Kardashian. A ellas el amigo invisible les ha dejado coches y joyas de 30.000 euros. A mamá Campos, 'Bigote' le pinta una camiseta blanca y se la envuelve en una cestita de mimbre para el pan. Así es la dura realidad.

Noticias relacionadas