ARANJUEZ

A Isabel Pantoja (60), le ha pasado lo que a otros presos famosos, la cárcel le ha sentado bien. Este jueves tras dos años privada de libertad y sin poder subirse a un escenario ha vuelto a sentir el calor del público y lo ha hecho a lo grande. Demostrando que divas de la copla como ella ya no hay. Los nervios y las bajas temperaturas de los últimos días le habían provocado una bronquitis que intentó ocultar con gran maestría. Con bata de cola de encaje y raso blanco, un generoso escote recto y un rosario mexicano en homenaje a su gran amigo Juan Gabriel apareció en el escenario sola.

Isabel Pantoja lució un espectacular vestido blanco de encaje y raso Gtres

Unas 150 personas entre amigos, familiares, fans y prensa la recibían en el teatro Carlos III de Aranjuez con un emocionado y prolongado aplauso al grito de "guapa, guapa, Isabel, Isabel". El escenario se llenaba de rosas blancas, sus favoritas, en cuestión de segundos. "Yo no quiero que se lance mi disco sin antes con el corazón con mi alma, sin dar las gracias a ti Alberto, a ti Juan Gabriel. Me has escrito estos temas que voy a tratar por todos los medios que me salgan como tu bien querías que lo hiciera. Voy a seguir luchando y eso va por ti. Porque no he tenido la oportunidad de podértelo decir en persona. Con todo mi amor para ti Juan Gabriel", así terminaba un vídeo presentación de cinco minutos en el que Pantoja se mostraba cercana, emotiva e ilusionada con volver a cantar y en la que desvelaba que aprendió a cantar con un pinganillo, aseguraba rotunda que Pantoja sólo hay una y confesaba que la luna le trae recuerdos muy románticos.

isabel pantoja concierto regrero

"Sigo estando aquí, esperándote..." eran las primeras letras de Del olvido al no me acuerdo, uno de los doce temas incluidos en este último disco, el número 30 de su carrera musical y que estrenó a nivel mundial este jueves. Los que no pudieron verlo pudieron seguirlo a través de la web de la artista que batió récord de tráfico en cuestión de una hora. No dejó de suspirar, agarrarse el pecho, santiguarse y emocionarse al sentir de nuevo al público tras meses de soledad en una celda. 

Una Pantoja más sensual dejaba ver sobre el escenario su rostro retocado; piel más tersa, pómulos más pronunciados y unos labios más gruesos, le daban un aspecto más juvenil que ha borrado de un plumazo las huellas que el dolor y el sufrimiento de su condena habían dejado sobre ella. Su voz también ha cambiado para mejor, ya no habla tanto sobre el escenario entre canción y canción, ha refinado sus gestos y mueve la bata con más delicadeza. Ha nacido una nueva Pantoja. La que el público observa como si de un espejismo se tratara después de verla tantas veces entrar y salir de la cárcel. Parecía misión imposible, pero lo ha conseguido. Aunque fallara no saliendo a despedirse del público cuando este se lo pidió entre aplausos o que no se atreviera a enfrentarse a los medios o incluso vetara a algunos. Aún así, Universal Music, le organizó una rentrée que era difícil que no le pusiera a uno los pelos de punta, sobre todo cuando en el estribillo de la primer canción, se levantó el telón y quedaron al descubierto 83 músicos que la acompañaron durante toda la presentación en el escenario.

Pantoja estuvo acompañada por 83 músicos sobre el escenario Gtres

Lo que no ha cambiado es la temática de su repertorio. Pantoja sigue cantando al amor, aunque este le haya dado más penas que glorias. "Abrazame fuerte, muy fuerte, más fuerte que nunca", "Hoy he sabido lo que valgo para ti. He aprendido que para amarte hay que sufrir" o "Yo era muy feliz, yo vivía muy bien", son algunas frases de las canciones de este último disco que le escribió su ya desaparecido compadre Juan Gabriel. Orgullosa anunciaba a sus fans que la gira arrancará en Madrid el próximo 11 de febrero en el Barclayd Center, el 18 de febrero en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 24 de junio en el Estadio de las Cartuja de Sevilla. 

En un día tan especial no quiso faltar su familia. Su hijo Kiko y su mujer Irene llegaban junto a Chabelita al cóctel previo al concierto. La pequeña del clan Cantora se mostraba cariñosa con la prensa a la vez que desvelaba que lo dejó con Alejandro en junio pero que ya han vuelto y que no la acompañaba porque estaba en Santander por un problema familiar.

Anabel Pantoja (izqda) y Chabelita (dcha) vieron el concierto juntas Gtres

Una vez más, le dieron de lado. Por eso salió escopetada del concierto sin pasar por el camerino para ver a su madre. Ella vio el concierto desde el palco central junto a su prima, mientras que su hermano y su mujer lo hacían en un palco a pie de escenario junto a su abuela, doña Ana. Ésta con muy buen aspecto, a pesar de la edad, fue la que más disfrutó viendo a su hija cantar y ella le dedicó una estrofa: "No me dejes nunca, pero nunca nunca. Te lo pido por favor", le cantaba emocionada, al tiempo que la señalaba. 

Kiko Rivera y su mujer junto al escenario Gtres

Kiko acomoda a su abuela en el palco Gtres

Menos presencia tuvo Agustín, al que sólo se le vio salir con Isabel, al finalizar el concierto. Anabel Pantoja anunciaba que se irá de gira con su tía. Ya no le maquilla sino que se encarga de las canciones en el escenario "soy como una especia de cue televisivo pero sobre el escenario", explicaba en un corrillo con periodistas. "Con sólo mirarme se si quiere un cambio o que necesita", presumía de compenetración la sobrina de la tonadillera. Parecía imposible, pero ha regresado Pantoja dispuesta a cantar hasta que se apague el sol. 

Agustín con una bolsa negra (izqda) abandona el teatro junto a su hermana Isabel con un abrigo de visón Gtres