La fiesta de la boda de la milanesa Giovanna Battaglia llevaba asociado el hashtag #lacelebracióndelaexageración, una declaración de intenciones de una de las estilistas y redactoras de moda más famosas del mundo. La causante de las producciones de moda más estrafalarias, en su mayoría para revistas como Vogue (de Japón a Italia) o W Magazine, no podía hacer una boda en la isla de Capri que pasara desapercibida. La pareja de invitados que más destacó fue Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo que se dejaron ver paseando por las calles de Capri, él con pantalones campana de animal print y su mujer italiana con un vaporoso vestido de su cuñada Marta Ferri.

Gio, como se hace llamar, lució vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen en un enlace influido por tres aspectos: el carácter italiano, los excesos estilísticos de su maestra Anna Dello Russo y el colorido ya que la novia fue una de las precursoras de la implantación del mismo en la pasarela (y fuera de ella). Muchos estilistas copiaron su estilo desterrando el minimalismo del negro para dar lugar al exceso del que hace gala esta estilista disparatada.

¿Qué es la moda sino complicación gracias al exceso? Y con invitados como Peter Dundas -otrora diseñador de Pucci y en la actualidad director creativo de Cavalli-, Lauren Santo Domingo -cofundadora de Moda Operandi- o Natalie Massenet -presidenta de el British Fashion Council y fundadora de Net-a-porter- o Margherita Missoni el espectáculo estaba servido.

La consultora creativa de Vogue Japón, Anna Dello Russo, ejerció de dama de honor para su discípula e íntima amiga. Dan y Dean Caten, los gemelos y diseñadores de Dsquared2, fueron los que más bailaron.

Giovanna se casaba con Oscar Engelbert, empresario sueco dueño de una gran inmobiliaria. La pareja ha copado las redes (especialmente Instagram) gracias a la fama de la novia cuyas editoriales crean expectación en millones de followers.

Producción de Giovanna sobre Alexander McQueen y en la que se basó para su vestido Mark Segal Vogue Japón

Como era de esperar la experta en moda no sólo lució un vestido sino que llevó hasta tres modelos diferentes. Para la fiesta posterior eligió uno de corte midi de su amigo el diseñador romano Giambattista Valli, presente en la celebración. 

A la fiesta del día anterior organizada para los invitados que se habían desplazado hasta la isla de Capri llevó unos zapatos de Aquazzura, al igual que para el último festejo. Se trató del espectáculo más delirante a bordo de un barco rojo en alta mar que cerraba la fastuosidad de los actos para celebrar la unión.

Aquazzura recibió un empujón gracias a Battaglia, cuando empezaba a despuntar como famosa en internet, ya que no dudó en compartir imágenes de los conocidos stilettos. Como agradecimiento el creador de la marca, el diseñador Edgardo Osorio, un colombiano criado entre Miami y Londres, quiso estar presente y no dudó en fotografiarse con la estilista, imagen que colgó en las redes de la firma de zapatos que viste a celebrities como Poppy Delevingne, Nati Abascal u Olivia Palermo. 

Para la última fiesta, a bordo de un barco rojo, Battaglia se enfundó en un vestido plateado confeccionado con miles de flecos e incrustaciones de Azzedine Alaïa. 

La estilista admite que "la moda", para ella es mucho más que ropa, "es un estilo de vida". Y el día de su boda así lo reflejó.

Fiesta final de la boda de Giovanna Battaglia Instagram

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