Como en las buenas competiciones, el cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera tendrá partido de vuelta. Este domingo, los líderes de Podemos y Ciudadanos se reencuentran en Salvados apenas nueve meses después de aquel café en el bar que congregó a más de 5 millones de espectadores. 
La situación, aunque parecida frente a las cámaras, es bastante diferente detrás de los monitores. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas y el propio Jordi Évole admite que esta vez ha sido mucho más difícil sentar a los políticos a ambos extremos de una misma mesa. En un ambiente mucho más frío, el periodista ha confesado que en esta ocasión hay más "juego sucio".
 

El partido ya se ha empezado a calentar con muchas horas de antelación como un buen Real Madrid - Barcelona. Évole, a pesar de haber puesto rumbo al Congo para grabar un reportaje, está haciendo tour telefónico por su propia cadena para promocionar este tenso encuentro entre políticos. Al rojo vivo, Más vale tarde o laSexta Noche le abren las puertas para ir preparando el terreno para lo que se avecina. 

Mucho más aprendidos

Iglesias a la izquierda y Rivera a la derecha. Repiten posiciones. "En este partido ha habido un poco más de elevación de tono, más rifirrafe", comenta Évole. "Los vemos más maleados. Es como cuando un toro está toreando, que ya conoce los trucos. No sé hasta qué punto el ejercicio de la política al nivel que ellos la han ejercido en estos meses en cierto modo te malea, te hace ser más desconfiado", asegura el periodista. 
Y es que las promociones prometen más tempestad que calma entre los líderes del partido naranja y morado. Como en las buenas competiciones, el color es lo que importa. Venezuela ha sido uno de los puntos fuertes del debate y uno de los más problemáticos a la hora de encontrar un punto de encuentro entre ambos candidatos a La Moncloa.
"Algunos entienden que hablar de Venezuela es una cuestión que les beneficia electoralmente, lo cual me parece muy respetable. Hay un ventrílocuo, lo mismo que dice el PP lo dices tú", le dice (o dirá) directamente Iglesias a Rajoy. Hablando de Maduro, Iglesias comenta: "La gente es lo suficientemente madura…". "Madura…", replica Rivera en tono sarcástico. "Has estado muy sagaz ahí", dice Iglesias en tono serio. Un ejemplo de las tensas escenas que se vivirán este domingo. 

Ambos optaron por un vestuario muy parecido al de la vez anterior. Iglesias acudió con camisa y corbata fina. Rivera se puso una camisa con mangas recogidas. "Les noté más preocupados por colocar el mensaje que ellos llevaban preparado de casa. Les hacía preguntas y contestaban lo que les daba la gana", confiesa Évole.

Las condiciones 

Esta vez, el espacio elegido ha sido el Círculo de Bellas Artes de Madrid y no un bar de barrio que rompía los esquemas de cualquier debate. Un escenario blanco que aporta cierta seriedad y encelda al formato en un entorno más periodístico. "Una de las condiciones que puso Ciudadanos fue que no se hiciera en un bar, sino que fuera algo más formal", admite el presentador sobre le lugar elegido. "Ha habido más distancia y menos contacto", asegura. 

La anterior campaña política fue intensa. Prueba de ello es la gran ristra de imágenes históricas donde se pueden observar a los candidatos venderse en televisión a cambio de un puñado de votos. "¿Qué no os vamos a ver haciendo en televisión?" le preguntará Évole a ambos candidatos. "Hay que valorar y aplaudir que sigan queriendo sentarse uno frente al otro. Los recién llegados tienen una cultura más democrática mucho más instalada que otros. Me parece una anomalía que el único gran debate en una televisión española sea ese debate a cuatro y que no haya ningún otro cara a cara excepto ese", señala el presentador. 

Iglesias luchará por el empate

¿Habrá prórroga? De momento, Rivera e Iglesias van 1-0 a favor del de Ciudadanos. El propio líder de Podemos lo reconocerá en el programa cuando Évole le pregunta por el debate anterior. "Albert Rivera lo hizo mejor", contestará. "La otra vez hubo más unanimidad diciendo que había ganado Albert. ¿En este debate? Esta vez está más igualado", dice el presentador de Salvados sin querer pillarse los dedos ante el resultado.