"Haz caso a los eurofans", aconsejó Ruth Lorenzo a Edurne en su primer encuentro en televisión. Ellos son los que conocen todos los entresijos del Festival de Eurovisión. Los que saben lo que funciona o no en una puesta en escena. Los que convierten Eurovisión en lo más comentado del día en las redes sociales. Los que, en definitiva, mantienen viva la llama del conocido certamen europeo de la canción tras más de 61 años de vida.

Pero, ¿qué significa ser eurofan? ¿qué les lleva a viajar por media Europa para seguir los pasos de nuestro representante? ¿cuánto cuesta esta pasión? En JALEOS hemos hablado con algunos de estos seguidores para conocer más de cerca a los amantes del conocido festival.

“Ser eurofan significa vivir un evento con mucha pasión como se puede vivir un deporte”, comenta Vicente Rico, azafato de aviones de profesión y redactor de la web de referencia del festival en España, Eurovision-Spain. “Es vivir un acontecimiento que te gusta desde dentro, conociendo los entresijos, los artistas…  Y conocer lo que hay detrás. Eurovisión es mucho más de lo que se emite por televisión: cómo se vuelca la ciudad, como mueve a 40 delegaciones de distintos países, con sus características particulares,su idiosincrasia, su forma de concebir la música…”, añade José García Hernández, periodista especializado en salud y redactor jefe de esta web.

Eurofans con Raquel del Rosario

“Es vivir la música desde un punto de vista, en cierta medida, más pura. Conoces canciones de preselecciones, cómo evolucionan, cómo la arreglan, cómo el artista mejora. Y cómo una candidatura cerrada va creciendo hasta llegar a un escenario con Eurovisión, con una tecnología puntera en el que se estrenan medios técnicos de última tecnología”, comenta su compañero Manu Mahía y realizador de televisión.

“Lo bueno que tiene Eurovisión es que es un espectáculo que se mezclan muchos estilos de música: rock, heavy, balada, pop… Y cada año hay unas 40 canciones diferentes de las que siempre una o dos las escuchas en bucle. En definitiva, es un buen escaparate para escuchar música nueva”, comenta Álex García Sánchez, un valenciano de 26 años que alterna su profesión como médico con la de aficionado al certamen y colaborador del programa de radio Eurovision Green Room, de la radio Onda Orgullo.

Desembolso de los eurofans

Una afición sólo al alcance de algunos bolsillos. “El coste depende de varios factores”, explica García Sánchez. “El país donde se realiza, que puede ser más o menos caro; el hecho de si vas acreditado o no, con lo que te ahorras transporte y ves ciertos lugares turísticos… Puedes gastar 2.000 euros si vas a un hotel, si sales a comer, si compras las entradas más caras… Pero lo normal es gastar unos mil euros”.

En este mismo sentido se muestra Mahía. “Todo depende de cómo economizes. Cada uno mide su gasto. Pero no suele ser más de 1.000 o 1. 200 euros”. Entre los gastos: vuelos, alojamientos, comidas, entradas, salidas nocturnas… “Lo vivimos como unas vacaciones en las que, como excusa, vivimos esta afición”, defiende Rico. “Es una manera de hacer turismo. Gracias a Eurovisión, conoces sitios como Bakú, en Azerbaiyán, un lugar al que nunca te plantearías ir. O Malmö, que es una ciudad sueca más pequeña”.

No les falta razón. En los últimos años, muchos de ellos han visitado ciudades de media Europa como Tallin, Riga, Estambul, Kiev, Atenas, Helsinki, Belgrado, Moscú, Oslo, Düsseldorf, Bakú, Malmö, Copenhague, Viena, Estocolmo… “Conoces mucha gente del resto del mundo con los que mantienes contacto durante el año. Y también se ha convertido también en una excusa social”, dice Rico.

Pero estos cuatro jóvenes son sólo una muestra de los eurofans que acompañan a nuestro representante cada año. El grito español es el que más se escucha todos los años en las ciudades que acogen el festival. Los fans del Festival llegados desde España siempre son los más numerosos.

Fans españoles del festival

Y como agradecimiento, TVE siempre celebra un encuentro del representante con ellos. Este año, por ejemplo, se celebrará el próximo miércoles en el centro de Estocolmo. Allí, algunos con disfraces cosidos a mano y traídos desde España o portando banderas del país podrán acercarse a Barei, comentar con ella sus ensayos, hacerse fotografías…

Un apoyo que, no obstante, no termina cuando se anuncia el ganador del festival. En España existen dos asociaciones de eurofans que aglutinan entre ambas a unos 800 socios. Asociaciones que editan revistas mensuales, organizan fiestas e incluso celebran cada año congresos en los que participan representantes eurovisivos. 

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