No dan un respiro estos ‘telecinqueños’, no. ¿Para qué iban a hacerlo? ¡Total! ¡No acabamos de sobreponernos al ‘matamorbosazo’ cuando ya nos han metido, de cabeza y a capón, en plena ‘milaximenada’! Montan el chiringuito robinsonero en las playas de los Cayos Cochinos, en Honduras, y el listado completo de estos ‘supervivales’ apabulla por su alto contenido en caspa televisiva. Kilogramos. Toneladas. ¡Viva Honduras!, sí, que diría el otro; aunque sería mejor pedir que sobreviva, en vista de lo que se les viene encima a la pobre fauna y flora local.

Será por friquis por centímetro cuadrado de playa. Ahí van: Mila ‘Xinébrez’, ‘Bíchor’ Sandoval (¡está visto que este pobre, tras lo que le pasó con aquella tarántula vengadora, no conoce el miedo!), ‘Anticristian’ Nieto, Antonio ‘Tejodes’, ‘Supso’, Mari Carmen Torrecillas, Steisy (Sin Viceversa), Carla ‘Barbapapá’, Mario d’Amico (De Lo Ajeno), Yurena (Tamara, Ámbar o María del Mar; lo de esta tipa es personalidad múltiple), Yola Berrocal (¡Ejem!), Paco de Benito (¡Pasopalabra!), Dulce (asistente de ‘la’ Panto), el mítico Dioni y alguno que otro que me dejo por ahí porque resulta imposible mentarlos a todos de un tirón. ¡Seis horas, seis, llevo ‘googleando’ cual poseso para conocer la vida y obra de más del 80% de esta recua de ‘pájaros’ recién elegidos para sobrevolar la gloria telebasurera!

“Me enfrento a supervivientes con ganas de ser yo misma; con ganas de aislarme del mundo, algo que no he hecho nunca”, suelta Mila. Pues vale, hija. Si lo que querías era aislarte, te has apuntado al lugar más indicado, rodeada de cámaras hasta para hacer tus necesidades. ¡Todo por la pasta! Y Yurena, por su parte, repitiendo cansinamente que quiere demostrar que está más allá de sambenitos y tal y cual (¿se acordaba alguien de ella?). “No tengo miedo. ¡Estoy aterrorizado!”, confiesa ‘Bíchor’, refiriéndose a los insectos isleños. Llorará luego, como Sandoval, lo que no habrá sabido defender como Víctor; como si lo viera. “Soy insoportable”, tercia Suso (y ahí podría haber englobado a toda la tropa que ha viajado, esta vez, a Honduras).

Aparece ‘Juasjuasjuás’ Vázquez, a las 22:00 horas en punto, embutido en un psicodélico traje talla ese que obliga a entrecerrar los ojos al verlo, y anuncia a grito pelado el arranque de este ‘Supervivientes 2016’ que todos estábamos aguardando como si fuera agüita de mayo. Algo raro ha pasado aquí. Confiesa, ‘Juasjuasjuás’, ¿ha dimitido tu estilista? ¿Qué ha sido de esos peluchillos de feriante que añadías a tu indumentaria en las galas de la pasada edición? Mila, Yola y Yurena, sin tunear. Darían un susto de muerte al mismísimo doctor Moreau. ¿Dónde ha estado escondida Yurena todos estos años?, ¿criogenizada en el bolso de Margarita Seisdedos, su señora madre, como si fuera un ladrillo congelado? ¿Y Yola? ¿En qué dimensión paralela ha estado gravitando la genialísima Yola? ¡Misterios sin resolver!

Mila, como era de esperar, lleva la voz cantante de sendos grupos. Publirreportajazo al canto. E intento, más que burdo, de lavar la imagen de esta aguerrida colaboradora de ‘Sálvame’. Reina Madre ‘Realitiera’ que se queja del trato que están recibiendo desde su llegada. “Esto no ha sido precisamente un ‘resort’”, comenta, con esa voz cazallera que ya es Marca Ximénez. Aprovecha Mila, ya que es la monarquisíssima absoluta del lugar, para realizar una minientrevista a la tal Dulce, la secretaria personal de ‘la’ Pantoja. Dulce, al parecer, arrastra un ‘jet lag’ de nacimiento que no se lo salta un ‘gipsy king’. Dulce de nombre propio, pero más sosainas que un ‘panini’ relleno de harina de almortas, la tía. Dura cero coma el buen rollito fingido entre ambas.

“Para mí, tú eres el ganador de ‘GHVIP 4’, Carlos”, le dice ‘Juasjuasjuás’ a ‘Carlitros’ Lozano, novio de Miriam Saavedra, concursanta en activo cuyo único mérito conocido es, curiosamente, ser la novia de Carlos Lozano. Y luego da paso a publicidad, ‘Juasjuasjuás’. Y en mitad de los spots, reaparece de repente, otra vez, el mismo ‘Juasjuasjuás’, aunque dentro del anuncio de ‘Got Talent’, programa del que es jurado, y se produce ahí un chispazo espaciotemporal que obliga a mi televisor a estornudar dos o tres veces, hasta que logra sobreponerse y seguir emitiendo con normalidad. “Tu novia está teniendo problemas con los compañeros. Está en el grupo de los novatos. Y la quieren echar”, le comenta ‘Juasjuasjuás’ a Carlos. Visto y comprobado está que esta pareja, los ‘Carlitros’, han nacido para gustar. Y triunfar.

Y llegan, como un tsunami, los momentos cumbre del programa. Es decir, las ‘caiditas’ encadenadas desde el helicóptero. Empieza lo bueno. El sufrimiento. La caspa en vena. Ver padecer a estos elementos no tiene precio. Es el verdadero ‘show’. Aguantamos la respiración viendo caer a Yola y a sus dos prótesis. Peligro de derrumbe. Se la van dando, encadenados, uno detrás de otro. Al final, tampoco es para tanto. Aburre ya la idiotez de las ‘caiditas’. Se hace demasiado largo. Piñazo de Miriam Saavedra incluido. “No quiero tirarme, Jorge”, advierte Dulce. “Ya, y yo quiero ser alto”, tercia ‘Juasjuasjuás”. Y se acaba tirando ‘Dulsosainas’. Por la memoria de su madre, y por su hermano, y por sus sobrinos, y por niña Isabel. Buuuufffff… Esperemos que, a partir de ahora, empiecen estos ‘supermurientes’ a sufrir, de verdad, un poco”. Con Mila a la cabeza, ‘of course!’.