A la ‘reina de corazones’ no hay quien le arrebate el trono. A sus 65 años sigue siendo la más cotizada y su noviazgo con el Nobel, Mario Vargas Llosa, la ha encumbrado en un mercado en el que es difícil encontrar a alguien que reúna tanto glamour y misterio.

La firma PRONOVIAS lo sabe y por eso el próximo jueves 31 de marzo la ha elegido como embajadora de su primera flagship store en Madrid. Este nuevo espacio de 800 metros pretende ser la tienda insignia de la marca fundada en 1922 por Alberto Palatchi. Con un diseño innovador aportará una experiencia única a todas aquellas mujeres que acudan en busca de su traje de boda o fiesta.

Isabel y sus dos hijas, Tamara y Ana, son amigas de la familia y llevan años colaborando con la firma catalana en muchos de sus eventos.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la socialité ha cerrado un caché de alrededor de 120.000 euros que incluiría; la inauguración de la tienda, el diseño de su vestido de boda a Hervé Moreau, director creativo de la firma y su presencia en el front row del desfile de la próxima colección el próximo mes de mayo. Una cita anual, en la que se reúnen en Barcelona numerosos rostros conocidos de la sociedad nacional e internacional.

Preysler ha confiado en Pronovias para ocasiones muy especiales. En noviembre de 2012 cuando fue madrina de boda de su hijo Julio José con Charisse Verhaert, ambas eligieron un diseño de Manuel Mota, ex creativo de la marca catalana. La filipina deslumbró a todos los presentes con un modelo realizado en “chiffon” de seda en “royal blue”, bordado con “pailletes”, de color azul cobalto con manga tres cuartos y la cintura ceñida, que le sentaba como un verdadero guante.

También la encontramos luciendo un vestido de noche con el sello de Mota en la cena de gala del Príncipe Carlos en Escocia junto al actor Clive Owen y su hija Ana Boyer, en diciembre de 2010. Precisamente a la benjamina del clan Preysler asistió junto a su novio el tenista Fenando Verdasco, al último desfile en mayo del año pasado. Aunque aún no tienen planes de boda, aseguró que le gustaría casarse algún día. Seguro que para entonces confía en la aguja de Hervé Moreau. Antes lo hará su madre con Vargas Llosa.

Su entorno asegura que habrá boda, ella también lo ha deslizado en alguna entrevista, pero parece que habrá que esperar unos meses más, hasta que el Nobel de por cerrado todos los flecos de su divorcio y ambos puedan planear juntos un momento tan especial, y más a su edad.