Antes de que Miley Cirus se paseara desnuda por las redes sociales o que Rihanna apareciera enseñando al completo su busto en los premios CFDA (considerados los más serios de la industria de la moda) todo era más fácil. ¿Cómo llamar la atención sin que tu imagen se vea pisoteada al instante por tus millones de followers? Madonna lo explica a la perfección en Rebel Heart Tour, su última gira. 

Berlín fue el escaparate elegido para montar el circo: Rita Ora era sujetada por los bailarines profesionales mientras los golpes y tocamientos sucedían sin mesura. Madonna golpeaba su culo, le pegaba patadas y la acusaba de zorra. En la escena final todo el elenco se gira con peineta incluida para mantener al espectador entretenido pensado si iba por usted o por los amores tóxicos, tal y como quería reflejar las dos cantantes.

Rita Ora salió en defensa de Madonna con el malentendido video del beso de Madonna a Drake. Desde entonces han sido incontables las apariciones de ambas juntas, así parece que la mistad se refleja en el escenario. 

La escena se repite convertida en un ritual a toda celebrity que pasa por la gira de la reina del pop. Twerking, simulaciones de escenas sexuales, azotes en el culo, pelada de banana, comida al unísono y fin. Por allí pasaron Katy Perry y el actor inglés Idris Elba. La más comedida en el baile fue Jessica Chastain. ¿Dónde está el límite?

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