Después de tres años de exitosos desfiles en la Noche de Halloween zamorana, Valenciana Shock da un paso más y presenta en Zamora una novedad mundial, que reinterpreta la tradición anglosajona de Halloween, con las historias, la cultura y la tradición que emanan de la capital del Duero: la Noche de Los Santos, el denominado Halloween Shock 2017, que bajo el lema 'Zamora no está muerta, que estamos de parranda', revitaliza uno de los capítulos más negros y fúnebres de la historia de la ciudad para trasladarla a nuestros días: la epidemia de cólera que en el año 1800 asoló Zamora.

De pocos es conocido el fatal alcance que el cólera tuvo en la población zamorana, ni que a raíz de la gran cantidad de cadáveres que dejó la epidemia se construyó el cementerio de San Atilano, gracias a que quienes llevaban los carros que portaban los cuerpos de los caídos en desgracia fuera de la ciudad tenían la obligación de trasladar piedras de la orilla del Duero hasta el emplazamiento donde se levantó el campo santo. Un triste trabajo en equipo que quedó grabado a fuego en las piedras de sus muros. Como también lo fue la introducción del servicio eléctrico en la ciudad, a raíz también de la gran epidemia de hace más de 200 años.

"Es una historia que hemos tratado con mucho cariño y el respeto más absoluto", apunta Vicente Bravo, gerente de Valenciana Shock, artífice de la idea, que ha conllevado un "trabajo de investigación enorme".

Así, en colaboración con la Concejalía de Juventud, cerca de 400 jóvenes, de entre 18 y 22 años, integrantes de escuelas de baile como Funky Fashion, Salsón y Ana Ferrero, darán vida a esta historia de muerte y destrucción que, sin embargo, forjó el fuerte carácter de los zamoranos. El desfile tendrá lugar este martes, 31 de octubre, a las 20.00 horas, desde la plaza de La Marina, para desembocar en la Plaza Mayor. Además del componente humano, La Noche de los Santos tiene un componente artístico y estético vital, gracias a la creación del escultor Gustavo Cabanas, quien ha diseñado varios conjuntos escultóricos que narran la alegoría que discurre entre la algarabía de la calle de Los Herreros, al cementerio de San Atilano, tras la disputa entre la vida y la muerte, que finalmente vence.

"Zamora tiene mucha historia que hemos querido poner en valor a través de este proyecto a largo plazo, para redescubrir parte de nuestra historia que ha quedado en el olvido. Es la primera piedra para continuar el próximo año con este nuevo lenguaje", promete Vicente Bravo, creador de este Halloween a la zamorana.