Región

Crespo Rubio pide por las víctimas del odio y la infamia

13 abril, 2017 11:05

Licenciado en Medicina y Cirugía, ejerciendo como especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital Quirón San Camilo de Madrid, siendo también cirujano taurino y ostentando el cargo de cirujano-jefe de numerosos cosos taurinos de nuestro país, Enrique Julián Crespo ha protagonizado este Miércoles Santo, uno de los momentos históricos de la Semana Santa de Zamora, el Juramento del Silencio ante el Cristo de las Injurias.

El juramento de Enrique Crespo no ha decepcionado-como era de esperar- en un discurso cargado de sentimiento, suplica y devoción, más aun siendo un hombre de profundas convicciones religiosas y muy devoto del Santísimo Cristo. En la actualidad es hermano Emérito de la Cofradía, ostentando el número 68 y pertenece a una conocida familia muy arraigada a la Semana Santa de nuestra ciudad y en especial a esta Cofradía.

"Tú, señor, que fuiste martirizado por la maldad del mundo, te ofreces, en este miércoles de tinieblas para revivir las injusticias de la humanidad, para purificar la perversión del pecado y Zamora, afligida, viene a implorarte piedad, a buscar consuelo. Porque hoy, Santísimo Cristo va a empezar con tu sacrificio la redención de todos los seres humanos". Así comenzaba Crespo Rubio el juramento del Silencio en el que el médico ha implorado al Santísimo Cristo de las Injurias el perdón de la sociedad.

Además, Crespo Rubio ha tenido un recuerdo a los que ya no están, "porque sí, porque ellos, los que un día dejaron la vida terrenal también han regresado convocados por los sonidos pausados de la campana mayor". Por ello, este Miércoles Santo, Zamora se postra ante él para pedirle perdón "por nuestras omisiones, por nuestras amarguras, pero también porque tu amor nos conforte ante las dificultades y nos llene de esperanza la vida".

Asimismo, el médico ha pedido e implorado perdón por tanta maldad y pecado como hay en la tierra y ha invocado al Cristo de las Injurias para que nos ayude a perdonar al prójimo. "Te solicito clemencia por todo el dolor, a gratitud, te suplico que continúes llevando la carga de los pecados terrenales del hombre", exclamaba arrodillado frente al Santísimo Cristo.

Por último, Crespo Rubio ha tenido suplicas para los enfermos, traumatizados o heridos y ha resaltado que "aun queda mucha maldad". "Hoy los cristianos siguen siendo crucificados por las bombas los proyectiles y su corona de espinas es la indiferencia con la que lo contempla el resto del mundo. Por eso, Zamora necesita pedir por los cristianos que sufren persecución y martirio, por las victimas del odio, de la infamia, por los canallas, los maltratadores", ha implorado.

Y por todo ello, Zamora, hoy, ofrece su silencio al Santísimo Cristo de las Injurias.