Pedro Sánchez llegó a Salamanca acompañado de Luis Tudanda. En el séquito inicial estaba María García -la eterna luchadora- como también la alcaldesa de Mogarraz, Concha Hernández. Fue el efusivo recibimiento que, ya la entrada del Hotel Doña Brígida, se convirtió en un sinfín de selfies, besos, caricias y aplausos. No es por nada, pero en las 'bases' Sánchez sí levanta pasiones. Y como apuntó un joven militante, "ha sido un acto de ilusión".

Con el auditorio lleno a rebosar -se tuvo que habilitar un salón contínuo con televisión-, los cálculos rondan las cerca de mil personas, comenzó el mítin de Pedro Sánchez en Salamanca. En primeras filas, destacadas figuras del socialismo salmantino como Agustín Prieto, Jesús Málaga, José Castro, Paco del Molino, Miguel Ángel Quintanilla, José Miguel Bueno Vicente, Cipriano González... Y cómo no, alcaldes socialistas de Ciudad Rodrigo, Villamayor de Armuña y todo un elenco de concejales y diputados provinciales como Del Molino, Fernández Chanca, Beatríz Martín y se dejó ver Carmen García Romero. También, junto a Tudanca, estaba el procurador Juan Luis Cepa.

Previamente a la intervención de Sánchez, tomaron la palabra la teniente de alcalde de Villamayor de Armuña, María Cuesta, el ex secretario general de UGT en Castilla y León, Agustín Prieto, y la eurodiputada socialista Iratxe García. Todos ellos alegando motivos de por qué apoyan y hay que apoyar la candidatura de Sánchez a las primarias socialistas.

Con un fondo blanco y rojo y bien destacado 'Sí es Sí', el candidato a la Secretaría General del PSOE Pedro Sánchez pidió que las primarias sean "mucho más que los insultos y las difamaciones de las últimas semanas" y rogó sin dar nombres, que los otros dos candidatos presenten sus propuestas. Pero no dejó pasar mucho rato para lanzar el primer dardo envenenado, ya que puso de relieve que "los de la abstención llevan un poco de retraso".

En cuanto a los audios que han salido a la luz en las últimas jornadas, también ha hecho referencia a ellos y ha dicho que "no benefician a ninguna candidatura" y que "perjudican al PSOE", por eso ha pedido "unas primarias limpias".

Ante este 'juego sucio', Pedro Sánchez ha instado a los militantes que le apoyan a que "a cada insulto, una propuesta" y que, una vez pase el proceso de primarias, el PSOE sea "una organización unida", en la que el secretario general esté "al lado de los alcaldes y los secretarios regionales y junto a los militantes para derrotar al PP, que es nuestro único enemigo".

"Fuí cuestionado durante dos años, sé lo que es la lealtad"

Asimismo, ha abogado por que todos los candidatos mantengan a partir del 21 de mayo "lealtad con el resultado". Y, sobre esa petición, lanzó otro dardo, ya que indicó que él "mejor que nadie" sabe qué significa eso, porque fue "cuestionado durante dos años".

En cuanto a sus propuestas y deseos para el futuro de los socialistas, Sánchez ha pedido que el PSOE sea "una fuerza política de cambio" y que la formación vuelva al Ejecutivo, ya que "no se gobierna desde el Parlamento, se gobierna desde La Moncloa".

En este sentido, ha puesto como ejemplo que la abstención del PSOE para la investidura de Mariano Rajoy no ha cambiado "nada y peor si el PP es incapaz de aprobar los presupuestos". Ahí tomó como "ejemplo" la situación política de Portugal, para afirmar que "en Europa claro que se pueden hacer políticas de izquieda con gobiernos de izquierda, donde gobierna el Partido Socialista apoyado por dos fuerzas progresistas y, al contrario que en España, suben las pensiones y los sueldos de los funcionarios".

Finalmente, tras escucar "¡Guapo!" en varios ocasiones y continuó asegurando que "si ha cambiado algo durante estos últimos años es que, desde 2012, Rajoy se ha pulido 62.000 millones de euros del fondo de la Seguridad social".