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Región

“No le habría consentido a nadie que le hiciera algo malo”

25 enero, 2017 18:32

La viuda de Roberto Larralde y presunta autora intelectual de su asesinato, Miriam Caballero, ha asegurado en su declaración de este miércoles que ni planificó el asesinato del que fuera su marido, ni indujo a nadie a hacerlo, ni tenía conocimiento de que nadie fuera a llevarlo a cabo, y ha afirmado que "no le habría consentido a nadie que le hiciera algo malo".

Miriam Caballero está acusada de asesinado con agravante de parentesco por participar como autora intelectual en la muerte del ex boxeador Roberto Larralde, por lo que la Fiscalía y la acusación particular piden para ella 20 y 25 años de prisión, respectivamente.

La acusada, que se comunicó por teléfono con Roberto Larralde el día de su muerte, el día 13 de septiembre de 2014, ha asegurado que tuvo conocimiento de su desaparición al día siguiente cuando, estando en Madrid con Julio López y una amiga la llamó su hijo para decirle que "papá no había ido a dormir".

La viuda del asesinado Roberto Larralde ha explicado que mantenía con éste una relación "de altos y bajos", motivo por el que a pesar de poseer una orden de alejamiento de él por "un pico de violencia" ante el que se ha emocionado al recordarlo, no había decidido separarse, ya que estaban "intentándolo, porque la familia es lo que más pesa por la tradición del matrimonio".

Miriam ha reconocido mantener una relación con el también presunto autor intelectual del asesinato de Larralde, Julio López, con quien se sentía "cómoda e ilusionada" pero "no iba a dejar a la familia por alguien a quien acababa de conocer", porque aunque "como pareja se había perdido el sentimiento, Roberto era lo más importante" al ser el padre de sus dos hijos.

Es por ese mismo motivo que ha declarado que cuando llegó a León el domingo 14 de septiembre de 2014, tras varias horas sin saber dónde estaba Roberto, se sintió nerviosa y preocupada, pero no acudió a denunciar porque su suegra le recomendó que no lo hiciera al pesar sobre la pareja una orden de alejamiento.

Durante sus palabras, Miriam ha asegurado también que en el momento en que se localizó el cuerpo sin vida de Roberto Larralde, un familiar de éste la acusó de haber sido ella la que lo había planificado para acabar con él y poder mantener su relación con Julio López, motivo por el que la familia la golpeó e insultó.

Carlos Heli a su llegada a la Audiencia.

Dinero para “comerse el marrón”

"Julio le ofreció dinero a Ramón para que se comiera el marrón y se hiciera cargo de todo, sobre 200.000 o 300.000 euros", así lo ha asegurado este miércoles en la Audiencia Provincial de León Carlos Heli, el acusado de realizar las llamadas que deslocalizarían el móvil del presunto asesino del ex boxeador Roberto Larralde.

Según su declaración, esta propuesta se la hizo Julio López, presunto autor intelectual del asesinato de Roberto Larralde, a quien presuntamente se encargó de efectuar el disparo que acabaría con la vida de éste, José Ramón Vega.

Respecto a su participación en el crimen, que según la Fiscalía y la acusación particular, que piden 20 y 23 años de prisión por un delito de asesinato, consistió en recoger el teléfono móvil de José Ramón Vega para realizar con él diversas llamadas y poder así deslocalizarlo del lugar donde se encontraría su verdadero propietario.

Carlos Heli ha reconocido recoger dicho terminal telefónico de manos de José Ramón Vega en Mercaleón, desde donde se dirigió conduciendo al bar Granada, un trayecto en el que realizó cuatro llamadas telefónicas a Julio López, su propio hermano, el detective también acusado por el crimen, Froilán Álvarez, y una cuarta persona llama Trimarina.

Este encargo, ha explicado Heli, parte de una orden efectuada por Julio López, que además en aquel momento era su jefe, quien además de mandarle a recoger un teléfono donde se encontraba Vega y después devolverlo al bar Granada, le dio la lista telefónica a la que, en orden, debería llamar según tuviera el móvil en sus manos.

Sin embargo, ha negado haber sido conocedor de que la misión que se le había encomendado formaba parte de un plan criminal para alejar el móvil de José Ramón Vega del lugar donde presuntamente asesinó a Roberto Larralde.

Es por ello que Carlos Heli ha asegurado sentirse para que el teléfono estuviera en un lugar diferente a donde tenían que estar", ya que únicamente se limitó a obedecer órdenes de su jefe Julio López, quien le paga "por trabajar y no por pensar" y a quien ha acusado de advertirle hace dos días, al inicio del juicio por el caso Larralde, que no declarara.