Valladolid se asoma a un precipicio que, de caer en él, puede hacer que pierda el estatus de gran ciudad que le otorga el tener más de 300.000 habitantes. Una “cifra mágica” que para el alcalde de la ciudad se lleva bordeando 20 años.

“Hace 20 años el padrón tenía 35.000 personas más”, ha asegurado Óscar Puente, para asegurar que la pérdida de población viene de lejos. Unas declaraciones hechas a los medios de comunicación después de que el grupo municipal de Sí Se Puede haya pedido “medidas urgentes” para fijar población.

El primer edil considera que para atajar este problema, que ataca a toda Castilla y León, es necesario plantear medidas “estructurales” y no “coyunturales”. Decisiones como apostar por el fortalecimiento del tejido industrial de Valladolid. “Esto no lo resolvemos con medidas de choque, sino que hay implantar medidas que hagan la vida más cómoda”, ha afirmado, tales como las destinadas a política de vivienda.

No obstante, Puente considera que hay “muchas cosas” que se deben hacer. Por parte del Ayuntamiento, ha asegurado, “todos los planes que ponemos en marcha y que suponen un beneficio para los ciudadanos parten de una premisa fundamental que es el empadronamiento en la ciudad”.

Desde las ayudas al empleo hasta los carnés de transporte público gratuitos para menores de doce años o los precios de las piscinas. Puente considera que esas son las medias de corto plazo que se le pueden ir ocurriendo al equipo de Gobierno para sujetar población, pero ha vuelto a afirmar que “el que Valladolid consolide su tejido poblacional y lo incremente pasa por medidas de carácter estructural que no salen en dos días”.

“En eso trabajamos y estamos dispuestos a escuchar propuestas”, ha remarcado el alcalde de Valladolid, quien también ha pedido “medidas serias y concretas encima de la mesa” ya que hasta el momento no se ha encontrado “ninguna” para conseguir dicho objetivo.