El universo Sálvame vive sus últimas exhalaciones. Después del reciente adiós de Belén Esteban, así como las bajas de Kiko Hernández, Lydia Lozano, Víctor Sandoval y Chelo García-Cortés, tocaba despedir a Kiko Matamoros. El colaborador ha abandonado su puesto en No somos nadie este pasado viernes 12 de diciembre.

El hermano de Coto Matamoros ha sido el último en bajarse del carro. Los continuos desencuentros con María Patiño han llegado a un punto de no retorno. Ambos han tenido discusiones cada vez más fuertes de tono.

Fue en redes sociales donde Matamoros ya adelantaba que se iba a despedir del magacín producido por La Osa. “Hoy toca decir adiós. Gracias a los que me habéis apoyado”, escribía en un post.

Unas palabras que vinieron después de que haya protagonizado una de las broncas más duras con la presentadora este pasado jueves 11 de diciembre.

Ya en plató y con Carlota Corredera de presentadora, al ser viernes, Matamoros confirmaba y ampliaba los motivos que le han llevado a dejar el magacín vespertino emitido en Canal Quickie y Ten TV.

“Quiero agradeceros a todos los momentos de felicidad que me habéis dado, que han sido muchos. Al público y la gente del chat. Tengo proyectos profesionales y personales por delante. Me importan un poco más, porque me voy haciendo mayor”, expresaba.

“De alguna manera, quiero compensar cosas que no he podido hacer todo bien en mi vida, en esas estoy”, proseguía.

“Busco mi paz, mi tranquilidad, mi felicidad y la de los míos. Entiendo que hay un momento en el que eso no pasa por estar en este programa. No quiero que, en mi casa se sientan mal por verme en la tele”, argumentaba.

“No quiero sentirme mal yo tampoco cuando me voy en el coche. No quiero sentirme humillado ni morderme la lengua, aunque crea que tenga razón”, expresaba. “Ha habido cosas que me han parecido inasumibles ni aceptables”, apostillaba.

Matamoros se dirigía entonces a María Patiño. “Te tengo muchísimo cariño, te aprecio. Te respeto mucho. Sabes que, para mí, después de nuestra experiencia en Netflix eras otra persona”, declaraba mirando a la cámara.

“Te miraba con otros ojos y otra perspectiva y quiero seguir haciéndolo. Te ruego que si en algo te he ofendido, me perdones. Os lo pido a todos”, añadía.

Tras sus palabras, Carlota Corredera le preguntaba sobre esos proyectos profesionales y personales. “Hay uno en el que estoy muy involucrado. Es un centro para rehabilitación de drogodependientes”, dijo entre lágrimas y de manera entrecortada.

“Formo parte del grupo de empresarios”, agregaba. Aunque muy emocionado, Matamoros ocultaba sus lágrimas al llevar puestas unas gafas de sol.

Corredera era consciente de que la salida de Matamoros dejaba vacío al núcleo original de la troupe que era Sálvame. “Ya no está Lydia ni Chelo ni Víctor ni Belén. Kiko Hernández tampoco. Ahora tú te vas y me invade una profunda sensación de vacío”, declaraba.

Corredera le daba las gracias antes darle un abrazo fuerte a Matamoros y provocar un fortísimo abrazo de otros tertulianos como Alberto Guzmán o Marta Riesco.