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El fallecimiento de las hermanas Kessler ha impactado a la sociedad. Las representantes de Alemania en Eurovisión 1959 fueron halladas sin vida, juntas, en su domicilio de Múnich, tras haber tomado la decisión de morir de manera consciente. La noticia ha abierto un debate sobre el suicidio asistido, tema que ha tratado Y ahora Sonsoles este miércoles.

Para hablar sobre ello, el programa de Antena 3 ha invitado a Teresa y Fernanda Hurtado, las hermanas Hurtado. Junto a su hermana Paloma, eran las famosas ‘Tacañonas’ del Un, dos, tres También aparecían en programas de variedades como VIP Tarde, de Telecinco.

Lo que pocos saben es que las hermanas valoraron el suicidio asistido en una época realmente complicada de su vida, cuando atravesaron una depresión. “Queríamos hacer lo mismo, pero nuestra religión no nos lo permite”.

Ambas han reconocido que tienen ayuda psicológica desde la muerte de sus padres y que este profesional también les está preparando para el momento en el que fallezca una de ellas. “El día que falte una, la otra se morirá de pena poco después”, han asegurado las actrices de 78 años.

“Hemos preguntado por el suicidio asistido, pero había que hacerlo en Suiza y vale 100.000 euros”, han explicado, añadiendo que “lo primero que preguntaron” en esta clínica suiza es si tenían capacidad económica para hacerlo. “Y colgamos”.

Al parecer, el suicidio asistido es una práctica admitida en el país alpino, pero no en España. Según han explicado las entrevistadas a Sonsoles Ónega, invitan a las personas a pasar a una habitación, donde visualizan imágenes del paisaje que prefieran y escuchan música. No han dado más detalles de cómo se produce la muerte exactamente.

"El sitio es para morirse, es una pasada", ha bromeado Miguel Lago. “Mira, nos entró un miedo...”, han aceptado las hermanas, recordando el momento en que los responsables de la clínica les explicaron el proceso.

Por otro lado, Teresa y Fernanda han desvelado que hicieron su testamento a la temprana edad de 15 años. “Para que quedase todo bien claro. Que mi niña no se quede sin nada o yo no me quede sin nada. Hay que hacer las cositas rápidamente”, han afirmado, rotundas.

Como han revelado a Ónega, también tienen un documento de últimas voluntades. “Pero todo a su debido tiempo. No tenemos aún esa voluntad. Es un sacrificio para los que quedan. Y sobre todo que nuestra religión no nos lo permite”, han reiterado las estrellas televisivas de los ochenta y noventa.