M.A. Pizarro
Publicada

Sonia Monroy atraviesa uno de los momentos más duros de su vida tras la muerte de su hermana María Ángeles, víctima de un cáncer terminal. En medio del duelo, ha vivido un tenso reencuentro televisivo con Yola Berrocal en De viernes, donde han roto completamente su amistad.

La pasada semana, la exconcursante de Supervivientes: All Stars se sentaba en el plató del magacín visiblemente afectada. A lágrima viva, quiso despedirse públicamente de su hermana con una emotiva carta y agradecer el apoyo recibido.

Sin embargo, lo que debía ser una aparición serena se convirtió en un enfrentamiento cargado de reproches cuando Yola Berrocal entró en escena para cuestionar la relación que Sonia mantenía con la finada.

Durante su intervención, Yola aseguró que Monroy había pedido que nadie la avisara si su hermana moría mientras participaba en el reality, una afirmación que ella desmintió con contundencia.

“Mi sobrina no me dijo nada porque en ese momento no estaba tan mal. Lo que me dolía era la traición de mi mejor amiga”, explicó entre sollozos, admitiendo que aún no había asimilado su pérdida.

Sonia Monroy en 'De viernes'. Mediaset

La tensión creció hasta tal punto que Sonia llegó a bloquearse en directo y a confesar que se encontraba “en shock”. Todo con Yola viendo a su examiga desde otra pantalla.

La discusión fue subiendo de tono cuando Yola insistió en que “Sonia nunca la lloró” y que su actitud no reflejaba el dolor que decía sentir. Monroy, dolida, respondió que “no reconocía” a quien había sido su amiga y representante durante años.

Una serie de cruces de acusaciones que provocaron que la tensión fuese a máximos cuando ambas se reencontraban en plató, donde no parecía quedar nada de la amistad que las unió durante tantos años.

Sonia Monroy y Yola Berrocal en 'De viernes'. Mediaset

La escena conmovió al público y dejó al equipo del programa intentando calmar los ánimos. Bea Archidona intervino para reprochar a ambas la falta de respeto mostrada en directo y recordar que “venían de una amistad de años”.​

El conflicto se agravó cuando otros colaboradores, como Antonio Rossi y Lydia Lozano, pusieron en duda las lágrimas de Monroy, lo que provocó nuevas explosiones de indignación y comentarios cruzados.

En un momento de nerviosismo, Sonia incluso se encaró con Lozano, a quien calificó de “poseída”, antes de abandonar el plató entre lágrimas.​

La secuencia, que terminó entre reproches y acusaciones, ha reflejado el colapso personal y mediático de la actriz y cantante, quien está acostumbrada a vivir intensamente delante de las cámaras.