El programa No somos nadie arrancó este viernes hablando del caso de Isak Andic, el fundador de Mango. Hace 10 meses falleció en lo que, en un primer momento, pareció un accidente, y que ahora se está investigando como un posible homicidio. Isak logró un patrimonio superior a los 8.000 millones de euros, y, por ello, Carlota Corredera preguntó a todos sus compañeros qué harían con ese dinero.
La primera en hablar fue Belén Esteban, que admitió que más allá de dejar de trabajar y ayudar a su familia, ella se compraría una casa en Malibú. “Serías la Barbie Malibú”, le dijeron con humor, y ella reconoció que, realmente, le encanta esa ciudad.
Pero, además, Belén se pronunció en lo que parecía ser un dardo hacia Jesulín de Ubrique: “Es muy importante que a todos los hijos las herencias les queden todas por igual. Y bien arregladitas”. Como ella misma se ha encargado otras veces de relatar, su hija Andrea Janeiro tiene muy poca relación con el torero, y quizá piense que la herencia del andaluz pueda favorecer a los hijos que tiene en común con María José Campanario.
Sin embargo, Kiko Matamoros no compartió las palabras de Belén. Su argumento es que puede que haya hijos que estén más cerca de los padres en los últimos años de vida, u otros que, directamente, se hayan desentendido de sus progenitores y eso se reflejase en el testamento.
“No estamos hablando de eso”, sentenció Belén Esteban, sin aclarar si se refería al caso de Isak Andric o a una experiencia personal. Y, de paso, le lanzó un guante a Matamoros: “A ver qué dejas tú”. “Si se van a repartir las gafas y los relojes...”, sentenció el colaborador, dando a entender que no habrá dinero para sus hijos cuando fallezca. “Lo importante es no dejar deudas. No aspiremos a más”, añadió Carlota Corredera.
Belén Esteban en 'No somos nadie'.
Volviendo a qué harían con 8.000 millones de euros, Arnau Martínez reconoció que él se dedicaría a viajar mucho, “país por país”, además de, por supuesto, quitarse de trabajar. Y Marta Riesco soñó por un momento con vivir en Nueva York, con “una casa a lo Carrie Bradshaw”.
Matamoros, por su parte, dedicaría su tiempo a viajar, haciendo un viaje alrededor del mundo en barco velero, porque a él “las casas se la soplan”. Carlota Corredera quiso saber qué le compraría a su esposa, Marta López Álamo, y aseguró que nunca le ha pedido nada.
David Valldeperas, el director, admitió que sueña con una casa con vistas al mar Mediterráneo. Y, por último, la propia Carlota Corredera señaló que ella retiraría de trabajar a su “núcleo duro” de personas de confianza y, al menos, estaría un año de viaje con ellos, porque para ella “el dinero realmente el valor que tiene es el poder disfrutarlo con mi gente”.
