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Los nombres de Simón Pérez y Silvia Charro volvieron a ponerse de actualidad hace justo unos días. Un reportaje de Equipo de investigación rescató al gurú de las hipotecas a tipo fijo ocho años después de protagonizar un bochornoso vídeo que se hizo viral y que provocó que su reputación cayera en picado.

El programa de laSexta mostró el total deterioro de Pérez, quien se definió como "mendigo digital" en la entrevista que concedió y en la que también apareció su pareja. Pues bien, este martes, Código 10 contó en plató con la presencia de la propia Charro.

Con lágrimas en los ojos, la que fuera consultora de la prestigiosa firma Engel & Völkers, narró cómo es la actual vida de Simón, sumido en una espiral de drogodependencia añadido a los peligrosos retos que asume en internet a cambio de algo de dinero. Un espectáculo aterrador en directo.

"Los consumos de droga son tan altos y extremos porque no solo es lo que consume, sino que le hacen consumir una cantidad concreta en un tiempo determinado, todo incentivado con dinero", contaba completamente rota a Nacho Abad y David Alemán.

Desgarrada, Silvia contó que le han llegado a ofrecer hasta 2.000 euros por ver una "muerte en directo", porque según Simón, consumiendo dos gramos de droga en menos de una hora puede acabar con su vida.

"La droga la traen a casa los camellos, pagados por la gente de internet. Tienen el teléfono de estos señores y aparecen en casa aunque Simón esté durmiendo, sin que la pida. Gratis", relataba para preguntarse a sí misma: "¿Cómo puede ser que todo el mundo tenga el número de los camellos y la policía no?".

"Simón está en una espiral autodestructiva total. Es un enfermo mental con un problema muy grave", contó Silvia, confirmando que más allá de su pareja -llevan 13 años juntos- ya no tienen relación y que ella es la persona que lo cuida.

"No vivo en esa casa desde hace meses por todo esto: los retos, las humillaciones, muchas de ellas contra mí. Pude irme y ahora estoy en casa de mis padres. Desde allí intento estar más desconectada, aunque voy cada día a verle: que se duche, que haya dormido, ver si ha comido...".

"Cuando mi móvil no suena mucho por la noche, me asusto, porque pienso 'uy, Simón está desconectado", afirmó.

Silvia Charro, rota, dijo que tanto ella como su familia han querido poner tierra de por medio para no acabar inmersos en esa espiral autodestructiva. "A mí me estaba haciendo mucho daño: llegué a pesar 45 kilos, estaba muy delgada, se me caía el pelo, no podía dormir por las noches".

El testimonio de Silvia en Código 10 fue todo un grito desesperado: "Simón un día se va a morir. Estamos viendo un suicidio en directo y nadie hace nada. Le han ofrecido dinero a su hijo si se suicida en directo... y se lo está pensando".