Bárbara Rey está viviendo sus semanas más complicadas en Bailando con las estrellas. La vedette se enfrentaba a la prueba de expulsión. Aunque logró evitar dejar la pista, el eliminado fue Manu Tenorio, eso no ha impedido que el resto de las pruebas hayan sido agobiantes para la vedette.
Aunque la artista ha derrochado talento sobre el escenario y se ha mostrado receptiva a los consejos, críticas y puntuaciones que el jurado le ha ido otorgando en cada gala. Sin embargo, desde la cuarta entrega, la actriz parece no levantar cabeza.
Si bien, la vedette evitaba la expulsión por un voto, no ha evitado seguir en zona de peligro. Al parecer un contratiempo en la cuarta gala le ha desconcentrado hasta el punto de no encontrar su sitio.
En la cuarta gala, Bárbara Rey debía bailar un chachachá con su compañero de baile, Abel Gil. Al salir a la pista, se encontraron con un sofá y no unas sillas como atrezzo de su coreografía, lo que le despistó a la vedette y provocó un traspié al final de la prueba.
Esta semana, la de Totana ha tenido que lidiar con los ensayos tanto de El último baile como del resto de pruebas. Esto ha terminado de hacer mella en ella, provocando que estos siete días se le hayan hecho cuesta arriba.
Bárbara Rey y Abel Gil en 'Bailando con las estrellas'.
Para añadir más problemas, la vedette ha tenido un rifirrafe con su maestro de baile, que ha perjudicado los resultados que ha tenido esta semana. La actriz señalaba que sentía que no había podido entrenar suficiente por problemas personales de Gil.
“No monto las coreografías, yo soy artista y nunca me he sometido a una coreografía. Tú me has dicho que esto se hace así porque es lo que tú has montado. También a mí me ha podido doler no poder ensayar lo suficiente porque tú has tenido problemas personales y no hemos podido aprovechar el tiempo, te has venido abajo por tus asuntos”, expresaba la vedette a las cámaras del talent show.
Bárbara Rey y Abel Gil en 'Bailando con las estrellas'.
Gil se ha sentido dolido por las palabras de la de Totana. “Para mí fue una hostia muy grande que tú dijeras que yo hacía malas coreografías. Mi prioridad siempre has sido tú y sacar lo mejor de ti. Aquí no importan los problemas personales, aquí no importa si mi novio me escribe o no me escribe mensajes, yo aquí he venido a trabajar”, confesaba.
Afortunadamente, ambos han podido solucionar sus diferencias. De hecho, Gil no ha dudado en defender a la vedette.
“Se han dicho barbaridades de esta señora en las redes sociales que no quiero ni reproducir. ¿Ha habido algunos problemas? Pues sí que los ha habido, pero la realidad es esta, que estamos de maravilla, que nos queremos y que no concebimos el programa el uno sin el otro”, expresaba.
Ambos realizaron un tango argentino, versión del mítico Amado mío de Rita Hayworth. A pesar de conseguir notables puntuaciones, eso no ha evitado que vuelva a zona de peligro.
La vedette deberá volver a enfrentarse a El último baile la próxima semana. Lo hará frente a Blanca Romero, quien también se jugará su plaza en la sexta gala del talent show.
