"El humor no va a cambiar la polarización social, pero sí engrasa el pensamiento crítico". Desde esta premisa hace Andreu Buenafuente Futuro Imperfecto, el programa que permite a Televisión Española ser competitiva en el prime time del jueves, en una noche dominada por Supervivientes.
BLUPER se trasladó hace unos días hasta Terrassa, donde se graba el programa de La 1, para charlar con el cómico. A este periódico comenta la importancia de que la magia tenga lugar en un teatro. "Hubo un problema grave porque no encontrábamos sala y yo dije: 'Sin teatro no hay programa", recuerda.
Cada jueves, Andreu abre Futuro Imperfecto con un monólogo en el que pasa revista a la actualidad en clave de humor, pero también con un punto crítico. Esta temporada, entre otros asuntos, ha dado cera a políticos corruptos y ha señalado situaciones que sobrecogen al mundo, como lo que está sucediendo en Gaza.
"Tiene que haber un montón de gente de derechas que no pueda ver las imágenes de niños muriendo. Estaría bien que vaciáramos este asunto de mala política", reclama Buenafuente, al ser preguntado sobre la posición de los partidos políticos españoles respecto a Palestina.
En esta charla, el catalán reflexiona sobre la retirada de RTVE respecto a Eurovisión si participa Israel o el caso Jimmy Kimmel en Estados Unidos. "Habrá guerras, fake news, conflictos, odio puro, los grandes imperios descabezados… A ver si los de la cabeza amueblada vamos a ser los cómicos", destaca.
Andreu Buenafuente, en la grabación de la pasada entrega de 'Futuro Imperfecto'.
Competís en una noche complicada, con Supervivientes enfrente. ¿Qué crees que engancha de Futuro Imperfecto?
Uno nunca sabe, y esa es la magia y la tragedia de esto. ¿Por qué va bien? Y, si no va bien, tampoco le encuentras explicación. Creo que se han dado unos factores interesantes, como una trayectoria larga, un formato directo y fresco que intenta romper con elementos de la televisión tradicional. Es algo casi teatral.
Luego está el intangible, que la gente dice: ‘Pues me quedo un rato contigo’. Pensar que a las once y veinte hay una persona que dice en su casa: ‘Venga, vamos a ver esto’. Y siguen ahí hasta las doce y pico… Es alucinante.
Da la sensación de que hacéis el programa como en familia, con vuestra productora, aquí en Terrassa…
Después de tantos años, hemos creado una pequeña isla de trabajo en las diversas cadenas donde hemos estado. No es un plan, es una manera de ser, de un equipo que se lo cree mucho. José Sacristán dijo una vez que le encantaban los rodajes porque todo el mundo rema en la misma dirección. Me siento identificado porque yo quiero vivir en mi programa
Sobre las críticas de Vox a RTVE: "Nosotros debemos estar en otro ángulo. La propia explicación ya define al personaje"
Quisiera poner un pequeño énfasis en el hecho de estar aquí en Terrassa, un teatro que es un plató casi. Los teatros a veces son muy largos, abstractos y lejanos. Aquí tienes a la gente encima y para mí eso era vital.
Antes de empezar el programa, hubo un problema grave porque no encontrábamos sala y yo dije: ‘Sin teatro no hay programa’. Me volví un poco exigente con eso porque yo quería volver a vivir algo que ya había vivido en programas de la tele catalana.
Hace unos años vendiste El Terrat a Mediapro, pero estás muy implicado en las labores de producción. Aun así, ¿vives más tranquilo?
Soy productor de El Terrat, que forma parte de Mediapro, donde estoy muy tranquilo. Cuando estás amparado por un portaaviones, dejas de estar a mar abierto, sin la inestabilidad que genera el mundo de la televisión. Tienes un programa, tienes dos, uno cae, el otro sale… Estoy concentrado en hacer un buen programa y disfrutar, y eso no tiene precio. He vivido ambos campos y estoy tranquilo.
Raúl Cimas y Andreu Buenafuente, en 'Futuro Imperfecto'.
Puede decirse que eres un poco 'padre' de la comedia. Has dado oportunidades a mucha gente.
Yo intento hacer mi carrera y por otro lado mucha gente ha formado parte de la mía y siguen. Es una historia bonita, no planificada, que se explica porque he hecho programas con mucha gente. No era un presentador al uso, que le contrataban y se iba. Yo creaba un mundo de colaboradores, de guionistas, de técnicos…
En Futuro Imperfecto, tenemos a Tamara [García Romero], a un joven canario… Lo hago porque me gusta. No busco que me den la medalla del mérito laboral, no soy el señor que sacó a tanta gente. Yo no saco a nadie, hago coincidir a un equipo.
¿Dónde encuentras a nuevos talentos?
Imagínate hoy en día, con reels, historias, Instagram, YouTube… A veces no puedo más. Pero me seduce mucho el talento. Luego hay otra cosa curiosa que comento a veces. Cuando empecé con mi productora, me dijeron: ‘Uy, productora creada por famoso, fracaso seguro’. Esto es muy español, lo de que no te va a ir bien y si te va bien es que has tenido suerte.
Yo creo que El Terrat rompió ese esquema. Dijimos: ‘Oye, aquí va a venir gente tan buena que esto se les va a quedar pequeño’. Pues, chico, mientras el viaje es conjunto, maravilloso. O también eso de que hay gente potente que no quiere tener más talento al lado. Hos…, qué mezquino eso. Me parece abusar.
"Tiene que haber un montón de gente de derechas que no puede ver las imágenes de niños muriendo"
Y tan lejos llegó El Terrat que llegó a Eurovisión, aunque fuese a través de una broma. ¿Viste el Anatomía de… que os dedicaron?
Te diré que me sorprendió un poco que nadie me preguntara nada. No por egocentrismo, sino que podía comentar algo. Pero, bueno, no es una crítica, es un comentario. Aparte de esto, da la temperatura del fenómeno histórico televisivo que fue.
¿No os resulta un recuerdo agradable? Una gamberrada para quitar hierro al asunto. En ese momento estábamos un poco más tranquilos y más felices. Ahora mismo está todo el mundo muy caldeado con Eurovisión. Lo pasamos muy bien.
Hablando de Eurovisión, ¿qué te parece la postura que ha tomado RTVE respecto a la participación de Israel en el festival?
Me parece bien. La concienciación con el genocidio en Palestina es una bola de nieve social que ha ido creciendo. No tiene más mérito ser los primeros, estábamos todos colapsados por el terror.
Respecto a un programa como Eurovisión, me parece que en algún momento había que decidir, porque ahora se ve que esto es imparable. Se ve que la sociedad, o la mayoría de la sociedad, ha dicho: ‘Oye, no trabajo con esto’. Y la tele española se alinea con esta corriente con la que estoy de acuerdo.
Andreu Buenafuente, con Silvia Abril imitando a Melody en 'Futuro Imperfecto'.
Esa corriente se asocia a las políticas de izquierdas.
Es una corriente de humanidad. Cuando se hace en pasivo la acusación de que se está usando el dolor de Palestina, es inquina. Estamos aquí sin colores políticos, por humanidad. Tiene que haber un montón de gente de derechas que no puede ver las imágenes de niños muriendo. Estaría bien que vaciáramos este asunto de mala política.
¿Qué piensas de las acusaciones que recibe RTVE de estar politizada hacia la izquierda?
Las respeto. Yo les digo que, para mí, es una buena época. Dirán: ‘Claro, porque estás dentro’. Te aseguro, y no me van a creer, que si estuviera fuera lo diría también. A mí esto me empieza a sonar bien. Evidentemente, una programación, una estrategia, tiene mil colores, mil programas, pero a mí esta radiotelevisión pública me parece que está dando unas notas de madurez muy interesantes.
"Nunca pensé que me tocaría hacer comedia en un mundo cada vez más tenso, pero es lo que hay"
Esto nos llevaría a un tema más profundo, repetitivo y cíclico. Cambia el partido, cambia todo. Me gustaría soñar, aunque no vaya a pasar, con una tele pública que estuviera en campo neutro. Oye, déjate de tanta incidencia y valoración, pon a buenos profesionales que cuenten y entretengan bien.
Vox dice que hay que entrar a RTVE con un lanzallamas…
Me lo tomo como una actuación. En Futuro Imperfecto, no vamos a entrar en ese juego por compromiso casi honesto y ético. No podemos estar en el rebote de lo que se ha dicho, de a ver quién la dice más gorda.
Nosotros debemos estar en otro ángulo. La propia explicación ya define al personaje. No entramos en ese trapo, yo no estaría cómodo, Soy anticonflicto, antiviolencia. Me pongo mal y no va conmigo.
¿Es buena herramienta el humor para cambiar las cosas en una sociedad tan polarizada?
Desgraciadamente, no, pero sí aligera, engrasa el pensamiento crítico. No podemos ser tan naif de pensar que después de un programa el país va a levantarse pacífico, pero si toca alguna tecla que te hace pensar cuatro cositas…
Nunca pensé que me tocaría hacer comedia en un mundo cada vez más tenso, pero es lo que toca y hay que afrontarlo. Habrá guerras, fake news, conflictos, odio puro, los grandes imperios descabezados… A ver si los de la cabeza amueblada vamos a ser los cómicos.
Andreu Buenafuente fue presentador de 'Late Motiv'.
¿Sigues todo lo que está sucediendo con Jimmy Kimmel en Estados Unidos?
Claro, yo me crié con los late shows americanos. Johnny Carson, David Letterman… Tenía idealizado ese mundo de libertad y variedad del género. Luché mucho para que en España hubiese algo así. Decía: ‘Qué bien la libertad de expresión, le dan cera a todos’. Y de repente se cargan a Colbert, que me parece incluso más cruel, que es como ‘vete despidiendo, que te vas’.
Pero, bueno, la empresa ha tenido que dar marcha atrás porque las pérdidas podían ser enormes. Fíjate la comedia, que parece que no, pero que puede implicar una decisión que haga tambalear a una gran empresa. Podemos decir que es un triunfo de la comedia. Vamos a ver. Ahí tienen que aguantar a Trump…
